Un pastor en salida

Con Monseñor Bergoglio, hoy Francisco, tenían una gran amistad y compartían los ideales de una Iglesia en salida y cercana al pueblo.

Monseñor Tránsito Fabriciano Sigampa nació el 15 de agosto de 1936 en Vichigasta, Provincia de La Rioja. Vivió su infancia y juventud en San Miguel (La Rioja) y se recibió de maestro en la Escuela Normal Joaquín V. González de Chilecito. Trabajó en la escuela secundaria de Chilecito como maestro; fue docente en dos escuelas rurales en Famatina y El Retiro, en el departamento San Blas de los Sauces. El 16 de marzo de 1963 ingresó al Seminario Mayor de Córdoba y fue ordenado sacerdote en Chilecito el 12 de diciembre de 1970, por monseñor Enrique Angelelliobispo de La Rioja.

Fue cura párroco en ChamicalAimogastaAnillaco y La Rioja.

El papa Juan Pablo II lo nombró obispo de Reconquista, en la provincia de Santa Fe, el 9 de marzo de 1985; fue consagrado obispo en la Catedral de La Rioja, de manos de monseñor Witte.

El 30 de diciembre de 1992 fue trasladado a la diócesis de La Rioja, asumiendo el cargo el 25 de marzo de 1993.

El 17 de noviembre de 2005 fue nombrado arzobispo de Resistencia, cargo que asumió el 26 de febrero de 2006. Fue miembro de las comisiones de Apostolado de los Laicos, de Pastoral Familiar y de Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal Argentina, y presidente de la Pastoral de los Santuarios. ​ Renunció por razones de edad en 2013 y se radicó en la ciudad de La Rioja, donde vivió sus últimos años, hasta su fallecimiento el 31 de marzo de 2021. ​ Tenía 84 años de edad.

Esta sería la biografía de Monseñor Sigampa. Pero su vida es mucho más que estas letras y nos deja un testimonio de una buena persona y un gran cristiano que con su sacerdocio y su episcopado sirvió con el estilo de Jesús.

Sus amigos de infancia y juventud lo recuerdan como alguien de buen humor, responsable, atento y cuentan que descubrió su vocación al sacerdocio cuando se desempeñaba como maestro de escuela.

Siempre fue un entusiasta misionero contagiando a los jóvenes buscando que vieran más allá de sus ambientes y descubrieran en el servicio a los más pobres el servicio a Cristo.

Como Obispo de Reconquista acompañó a su gente y les hizo vivenciar la religiosidad popular  y entre varias obras fundó una radio como un modo de comunicación y conexión entre la gente, especialmente los del campo.

Luego como obispo de La Rioja y más tarde en Chaco siguió siendo un pastor cercano, que recordaba rostros y nombres, dándose tiempo para todos y caminando la diócesis preocupándose por los jóvenes, los laicos y los más pobres a los que muchas veces asistió con dinero de su propio bolsillo.

Propició el diálogo interreligioso, el protagonismo de los laicos, la pastoral vocacional siendo un obispo de puertas abiertas que reflejaba en todo momento el amor y dedicación por su misión.

Decía que Benedicto XVI le había pedido que formara buenos cristianos y buenos ciudadanos y es lo que todos testimonian al contar el compromiso con los demás que propiciaba con su ejemplo y su  predicación.

Hablando sobre la oración aconsejaba que “no hay que estructurarse tanto en orar, sino que hay que ir con libertad ante Dios y abrirle el corazón porque a ese corazón lo creó Dios y es en ese mismo corazón en donde nos encontramos con Dios.”

En el año 2004, en la admisión de 3 jóvenes a las Órdenes Sagradas decía: “Queridos muchachos no se dejen encandilar, porque no todo lo que brilla es oro, para ello Dios nos dio la capacidad de discernir, de descubrir dónde está la verdad y la verdad no es una cosa, la verdad es una persona y esa persona se llama Cristo que es Camino, que es Verdad y que es vida, a Él deben seguir ahora, no al Obispo que tienen ahora, porque no sé hasta cuándo voy a estar, no al cura que me tocó en este momento, no somos pasajeros peregrinos estamos de paso, no andemos nuestra vida en algo pasajero, ancla en su vida en aquel que es Ayer hoy y siempre en, Cristo Jesús, este es la roca sólida donde ustedes, el mejor cristiano asienta su vida, es la roca que nos salva, de ahí no se hunde, no se va al suelo, de ahí no dudamos porque estamos asentados en un fundamento que es Cristo.”

En la Homilía de la Vigilia Pascual del mismo año afirmó: “Cuánta necesidad tenemos nosotros los cristianos de celebrar nuestra vida sacramental, de todos y de cada uno de ellos, estos casamientos siempre son los gestos para con nosotros, los hombres y mujeres de este tiempo y de todos los tiempos. No en vano el Papa nos recordaba en la carta escrita a los sacerdotes, nos recordaba las palabras de Cristo …”hacer esto en conmemoración mía”…, realizar cada fragmento como fiel amante de Cristo recordando su muerte y resurrección, solo Cristo puede hacer esto y  con su gracia podemos realizar nosotros este gesto santo, la entrega de nuestra persona”

Respecto a Monseñor Angelelli, en la misa de Punta de Los Llanos el 1 de agosto de 2000, dijo: “Monseñor Enrique ha vivido esa dimensión de contradicción, no por la contradicción misma, sino por el mismo hecho de ser Obispo, un obispo que viene con todas las fuerzas de un hombre joven, con la experiencia profunda del concilio y quiere poner eso en práctica, aquí, con nosotros los riojanos; por eso el mismo dirá: “quiero que el Espíritu y la letra del Concilio penetren en la carne y en la sangre de los riojanos”. Eso fue su cometido central y creería yo que, el acercamiento de Mons. a su Pueblo; eso es lo que hoy  nos dice a los obispos en un sínodo, en un documento: “Pastore Gregis” la cercanía del Obispo al pueblo, está dicha desde hace mucho tiempo por los santos de la Iglesia. San Agustín [dice:] con Uds. soy uno más, con Uds. soy un cristiano más, para Uds. Soy el obispo y eso comporta un peligro. Esas dimensiones ha vivido Monseñor, esa cercanía de él al pueblo es precisamente, sabe un bautizado y un confirmado en la fe, y descubre en su pueblo ese sacramento por el cual entra a ser miembro de la Iglesia y ser Hijo de Dios y templo del Espíritu Santo, por eso esa especie de sintonía, no fue por otro calculo humano de tener todo un auditorio a su favor, sino la forma de servir, porque él sintonizaba, en su corazón existía lo mismo que hay en el otro, un bautismo por el cual, es hijo de Dios; una confirmación dice que la fe que Dios le ha dado es una realidad dentro de esa persona y sobre todo alguien que se alimenta continuamente de la eucaristía, esos tres Sacramentos de la iniciación cristiana yo creo Mons. los ha vivido muy a fondo y por eso me atrevo a decir que su cercanía a su pueblo a Dios precisamente porque él vivía eso y quería hacerle vivir a su pueblo la sangre de su Hijo”.

En Las Padercitas en agosto de 2004, refiriéndose al Niño Alcalde nos compartió lo siguiente:  “El texto primero de hoy nos hace ver que Dios entra en la historia de los pueblos para salvarnos, también aquí en La Rioja, en este lugar, Dios hace bastante años entró como Dios quiera para traer la salvación a aquellos que la necesitaban, por eso en este lugar se realizó el primer Tinkunaco, aquel primer encuentro donde nos hizo saber y conocer nuestro querido santo San Francisco Solano; Dios que es Padre y que no abandona nunca a sus hijos, que el mismo nos ha constituido en el pueblo, está presente en el tiempo en la historia y en cada lugar, porque Él sabe que nosotros sus hijos no siempre nos realizamos como hijos suyos, como también decíamos hace rato, con los gestos en nuestro corazón se entra, se infiltra una realidad que no es de Dios y que es el pecado y es que el enfrentamiento, la distancia del hombre a otro de un hermano con otro hermano, por eso esta Iglesia, en este lugar, ha tratado de establecer un orden, que la justicia sea realidad y la igualdad sea para todos; que haya un respeto mutuo de uno con el otro y esto lo ha hecho muchas veces Dios nuestro Señor a través de esta su Iglesia, haciendo que esos derechos del hombre que han sido inculcados por el mismo hombre vuelvan a tener vigencia; por eso que hermoso estar aquí reunidos para recuperar, si es que hemos perdido esa dignidad de hijos de Dios, por nuestros malos tratos recuperar para tratar cada vez mejor como hijos de Dios que somos y como hermanos; a través del Bautismo Dios siempre ha optado por el hombre, por su salvación y no le ha faltado tiempo y espacio para hacer sentir su presencia, estamos aquí como hermanos; si Dios uno se ausenta del hombre es muy posible queridos hermanos que nosotros mismos impidamos que Dios se haga presente porque sabemos también que la presencia de Dios muchas veces hace que nosotros nos sintamos como observados por Él, que nos perturba Él en nuestros planes; si miramos en la sociedad en la cual estamos y vivimos con todas las dificultades, que eso tiene Dios necesita urgentemente hacerse presente para que, con nosotros corregido el corazón, podamos enderezar esta sociedad, esta sociedad que es dura, por eso nos decía el texto también de hoy limpiar el corazón donde se anida el mal, las malas intenciones, los malos deseos, la torpeza y todas otras cosas que deshacen y que hacen sufrir al hombre y a la mujer”

Con un estilo sencillo, fiel a sus orígenes, cercano y docente nos regaló muchas enseñanzas en sus homilías en donde no dejaba dudas del camino a seguir.

Demos gracias a Dios por este Pastor que Dios regaló a nuestra tierra y que tanto bien hizo en nombre de Cristo.

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