A continuación, publicamos un artículo de opinión Del Pbro. Lic. Rolando González, en relación al tema del “aborto”, cuyo tratamiento legislativo es inminente en la República Argentina

El artículo

“Desde hace un tiempo considerable, la humanidad avanza en el sentido de reconocer la igualdad de todos los individuos que son humanos y la prohibición del homicidio en cualquiera de sus formas. A esto le llamamos progreso cultural de las civilizaciones. Por ello, el hecho que algunas leyes vengan a autorizar la eliminación de la existencia de un individuo, es un claro signo de atraso de la civilización, una especia de primitivismo humano.

Nuestra legislación reconoce la existencia de la persona desde la concepción; toda la comunidad científica que se digna de ser seria reconoce este postulado, que es aseverado por los avances científicos que como nunca antes han permitido adentrarnos en el más maravilloso mundo de la vida humana.

La Iglesia Católica, ha defendido siempre el derecho a la vida y el respeto a ella en todas las situaciones posibles, sobre todo la vida humana concebida que no se puede defender.

La solución (nos sugerían nuestros obispos hace unos días), o el camino para abordar estas situaciones es la implementación de políticas públicas que:

– Establezcan como prioritaria la educación sexual integral de la ciudadanía, en la que se fomente y capacite para la decisión libre y responsable de concebir una vida humana. Todos tenemos necesidad y derecho de ser recibidos como hijos.

– Reconozcan la dignidad de la vida humana desde el comienzo de su concepción pasando por todas las etapas de su desarrollo, la dignidad e igualdad de la mujer y el varón, y se implementen acciones tendientes a encarar las causas de la violencia hacia la mujer generando nuevas pautas de conductas basadas en el respeto al otro.

– Acompañen, desde lo social, las situaciones de conflicto y atiendan las heridas que quedan por sanar en quienes están atravesando por estas situaciones.

Hoy, más que nunca, los cristianos estamos llamados a ser voz de los que no tienen voz, ser defensores de la vida en nombre de Dios que la regala al mundo como un don. Aún en casos en que esta vida no sea deseada, o pueda venir como consecuencia de una acción de abuso y violencia hacia la mujer, la pregunta sobre si es posible eliminarla queda desenfocada de la verdadera solución.

Digamos sí a la vida, siempre; si es que queremos un avance en nuestra sociedad.

 

Pbro. Lic. Rolando González

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