La investigación penal por el furibundo ataque a tiros en la pileta del Centro Recreativo Calchaquí no presenta avances y va a camino a archivarse.

A las 0:05 del sábado 4 de enero las cerca de 30 personas que amenizaban en el sector de pileta del Centro Recreativo Calchaquí temieron por su vida.

Fue cuando una persona vestida con uniforme policial y que cubría su rostro con un casco, bajó de una moto y la emprendió a tiros contra el lugar. Apuntó, ex profeso, al aire pero con dirección al sector de la barra de tragos.

Fueron 13 disparos de 9 milímetros en segundos. De ahí en más, subió a la moto que conducía otro tipo y se dio a la fuga.

En aquel momento, fuentes policiales revelaron a «Pudo haber matado a 6 ó 7 personas, fue un ataque del que no hay registros que haya pasado alguna vez en otro lugar»; «se trató de un loquito vestido de policía, creemos que no es de acá, llegó al CRC con casco puesto y comenzó a tirar hacia el sector de la barra pero hacía arriba con la pistola, fueron 13 tiros o más».

La misma fuente confió ese mismo día que «la principal hipótesis es que fue un mensaje para alguien que estaba ahí en ese momento, porque no tiró a matar sino que elevó los disparos. Fue como una advertencia, investigamos si pudo ser por drogas, timba o deudas, porque está claro que no tiró a matar», indicaron a este portal los investigadores».

Pues bien, cerca de cumplirse dos meses del hecho las pesquisas no arrojaron resultados positivos y no hay avances en cuanto a establecer la identidad de ambos desconocidos.

Se cotejaron las armas de policías locales con las vainas servidas halladas en el lugar y se peritaron otras pistolas que por ser nuevas ya tenían trazabilidad asentada en el Ministerio de Seguridad. Pero ninguna coincidió con las marcas que presentaban los cartuchos servidos.

Se realizarán más peritajes balísticos pero todo indica que la causa quedará sin culpables, indicaron desde el ámbito judicial a este portal.

Además, los registros fílmicos de las cámaras de seguridad de comercios locales cercanos al predio recreativo no son nítidos (están a más de 30 metros de distancia) y no permiten divisar con claridad la patente de la moto utilizada (de 150 cc).

Para los investigadores, la hipótesis más fuerte sigue siendo que la ráfaga de disparos buscó dar un mensaje de amedrentamiento a alguien que estaba presente esa noche en el pub, aunque sin rastros de los atacantes eso seguirá siendo lo que es, una suposición.

 

Fuente – Infovera

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