La afirmación pertenece al legislador santafesino Alejandro Grandinetti quien sostiene que en materia educativa hay que “diferenciar los problemas urgentes, los importantes y los necesarios de abordar”.

La medida de fuerza de los docentes, pospuso el inicio de clases hasta el jueves 9. Las discusiones en torno a la paritaria salarial nacional fueron el motivo central al que luego se le sumó el descontento por la propuesta de las administraciones provinciales. “Parece mentira que no podamos avanzar más allá de la discusión salarial”, sostuvo el diputado nacional Alejandro Grandinetti refiriéndose a la falta de acuerdo entre los estamentos ejecutivos y los trabajadores.

A criterio del legislador, una vez que se arribe a un entendimiento en lo económico “será necesario fijar una agenda de trabajo que se focalice en revertir la situación crítica en la que se encuentra la educación en Argentina”. Entiende Grandinettti que “es imprescindible discutir y consensuar un nuevo modelo educativo”.

Según detalló el vicepresidente del bloque Frente Renovador-Una es necesario concebir un modelo que “mire al futuro” porque “debemos entender que el 40 por ciento del empleo que va a demandarse en los próximos 20 años son con trabajos que hoy no conocemos. Si no reaccionamos pronto, el 65% de los alumnos que cursen y aprueben la primaria y secundaria, va a estudiar una carrera que no le servirá para conseguir un empleo”. La razón por la que se producirá este desfasaje entre el campo laboral y el educativo “se vincula a la celeridad con que se producen los cambios tecnológicos. Estos prometen disparar la productividad y acabar con la mayoría de los trabajos que existen en la actualidad”.

“La educación tal como está –dice el dirigente- exige que se aborden y distingan los temas importantes de los urgentes y de los necesarios. Entre los urgentes está resolver el salario para que los chicos no sigan perdiendo días de clases. Entre los necesarios se incluye la capacitación gratuita que permita tener mejores docentes y entre los importantes debemos priorizar afrontar que en los próximos años, porque vamos a ser testigos de una transformación sin precedentes en la historia impulsada por avances tecnológicos y eso nos determina nuevos perfiles de egresados”.

Basando sus afirmaciones en las estadísticas del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) ejemplifica Grandinetti que cuando se analiza el rendimiento de los alumnos de 15 años en asignaturas como matemática, comprensión de lectura y ciencia, se concluye que “el 52% de los adolescentes argentinos de 15 años no comprenden lo que leen. Como si no fuera suficiente, según las últimas estadísticas del Ministerio de Educación, solo el 56% de los chicos terminan el secundario  y sólo lo completan en tiempo y forma el 44 %”.

Basándose en un relevamiento del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano el massista detalló que “Argentina es el séptimo país de la región en cuanto a su calidad educativa y lamentablemente el 15% de nuestros jóvenes integran el grupo denominado: “ni, ni”. Por lo que NI estudian Ni trabajan, es decir, se encuentran en un estado de inercia. Entonces debatir salarios es la discusión inmediata, pero no debemos perder de vista la cuestión de fondo: la calidad educativa y el perfil de egresado como discusión a mediano plazo”.

“Desde el Frente Renovador estamos convencidos que sin educación y sin trabajo no hay movilidad social ascendente, pero tampoco hay acceso a la salud, estabilidad social ni desarrollo económico”, concluyó el representante santafesino.

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