Optimistas en tecnología, como Meta, consideran que será el sucesor del internet que conocemos actualmente.

En fechas recientes el metaverso se convirtió en un tema del que todos hablan y quieren ser parte. Y aunque Meta, matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp parece haber sido la que trajo a la mesa la discusión en todo el mundo, no es quien la inventó.

Así es, ¡Sorpresa, sorpresa! Marck Zuckerberg no es quien ideó el metarverso. Quienes son ajenos al mundo geek pudieran creer que sí lo fue, pues desde que la matriz antes llamada Facebook pasó a ser Meta -que tiene la misma raíz que la palabra metarverso- el tema “explotó”.

Cuál es el origen del metaverso

Ante la duda, cabe repuntar que la idea de un mundo digital interconectado que converge de varias tecnologías surgió en 1992 de la mano del escritor de origen estadounidense, Neal Stephenson, en su novela Snow Crash.

En su concepto futurista los humanos podían gozar de una continuidad de la realidad en un mundo virtual que otorga la posibilidad de moverse e interactuar con otros; la única condición eran unas gafas en terminales privadas o públicas del mundo real.

Lo que antes era un sueño futurista ahora está encaminado a ser una realidad. Desde que surgió el concepto -donde Meta significa trascendente y Verso se refiere al universo- se han añadido más aplicaciones, por ejemplo las que aparecen en el libro Ready Player One de Ernest Cline publicado en 2011 y popularizado en 2018 en la adaptación cinematográfica de Steven Spielberg, o las que hay en videojuegos de mundo abierto.

También, se puede entender como un lugar digital compuesto por espacios tridimensionales que brinda experiencias de uso y de aplicación que combinan la Realidad Aumentada (AR) y la Realidad Virtual (VR).

Sumado a la noción de metaverso, la novela de ciberpunk y ciencia ficción más vendida de la década de los 90 aportó el concepto de avatar, que se refiere a la imagen de una identidad virtual que tiene la libertad de ser semejante o completamente distinto a quien la usa.

Cómo funciona el metaverso

Para darse una idea de cómo funcionará hay que volver a la parte de los videojuegos de mundo abierto. Si bien estos aún no son aún parte del metaverso, dan un buen ejemplo de cómo será.

En ellos es posible usar avatares para ingresar a un mundo virtual en el que se interactúa con personas que se encuentran detrás de una computadora o consola para jugar, ver un concierto o pasear en un jardín con esculturas, siempre que se esté conectado.

Dicho en otras palabras, más asequible a quienes no son cercanos a los videojuegos: el metaverso funcionará con gafas de AR y VR -como las Oculus Quest que comercializa Meta y está desarrollando Google– para ingresar a ese mundo digital en 3D en donde todas las personas tendrán un avatar y podrán interactuar en comunidades como en la realidad, sin importar la distancia física.

Qué se puede hacer en el metaverso

Los más optimistas del ramo tecnológico, como el propio Mark Zuckerberg, prevén que el metaverso sustituirá a internet, como actualmente lo conocemos, y formará parte de la vida diaria.

En los videojuegos se esperan desafíos para alcanzar siguientes niveles con universos infinitos y experiencias completamente inmersivas; para el ocio, ofrecerá la posibilidad de asistir virtualmente a conciertos, obras de teatro o como lo anunció el club de fútbol Manchester City, visitar estadios para ser parte de eventos especiales y comprar productos.

También, se podrá trabajar en espacios de trabajo virtual, similar a la sala de reuniones que Zuckerberg utilizó para revelar que Meta está trabajando en el metaverso.

Socializar también será una parte importante, pues a través de los avatares será posible crear experiencias de grupo que facilitarán la interacción social.

Actualmente, hay grupos de Facebook, WhatsApp, Telegram y más, en donde se puede conocer a otras personas con intereses similares, solo que el diálogo es en texto o video, y en el metaverso será “presencial, frente a frente”.

Aunque esos sons los rasgos más grandes, también se podrá comprar terrenos, hacer ejercicio y hasta tener una casa propia, entre otras cosas, pues su finalidad es la de convertirse en un mundo paralelo y cómodo para todos los usuarios. Quizá hasta con su propia economía de criptomonedas.

Cada vez más empresas se irán uniendo a la construcción del metaverso, que hasta el día de hoy es un concepto que se encuentra en medio de la realidad y la ficción. Aún hay un largo camino por explorar, empezando porque las gafas de AR y VR no interpretan las expresiones faciales ni pueden registrar todos los movimientos físicos necesarios para que los avatares sean funcionales en el metaverso.

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