Se terminarían las Unidades Regionales y habríá seis superintendentes. Se avanza hacia la dedicación exclusiva de los policías, se fijarían pautas sobre los cálculos salariales y se establecerían nuevos mecanismos de control para evitar la corrupción.

La Policía de Acción Táctica integraría el área dedicada a la prevención y actúa frente a situaciones específicas.

Los tiempos parecen acelerarse. Luego de nueve meses atravesados por la pandemia de coronavirus, los roces políticos e, incluso, las desavenencias entre funcionarios relacionados con la seguridad en la Provincia de Santa Fe, el Poder Ejecutivo tomó la decisión de poner en manos de los legisladores provinciales tres leyes consideradas esenciales para alcanzar el objetivo de transformar a la vapuleada Policía santafesina: una ley general de «Seguridad Pública», otra sobre los mecanismos de «Control de la Policía» y una tercera referida al funcionamiento del «Sistema Policial».

Los cambios propuestos no sólo contemplan transformaciones de funcionamiento, sino que también incluyen disposiciones sobre el cálculo de los salarios policiales y avanzan hacia el objetivo de la dedicación exclusiva de los policías para que, por ejemplo, no se repitan historias como la de Franco Rolón, el policía-remisero que hace algunas semanas mató a dos ladrones en Sauce Viejo mientras conducía su remis.

Las nuevas leyes establecen la «dedicación exclusiva» de los policías, con 45 horas de servicios semanales, para evitar situaciones como las de Franco Rolón, el policía que en sus horas libres trabajaba como remisero para mejorar sus ingresos.

Para entender los cambios en el funcionamiento del «Sistema Policial», es fundamental recordar que la policía santafesina se encuentra básicamente dividida en cuatro agencias diferentes: 1.- La Policía de la Provincia de Santa Fe (Prevención), encargada de los patrullajes, la seguridad vial, la seguridad rural, los grupos de acción táctica (preparados para actuar en terreno frente a situaciones especiales). También se incluye a la Policía Comunitaria, que en estos momentos está siendo capacitada para actuar específicamente en barrios populares de las grandes ciudades. 2.- La Agencia de Investigación Criminal, que no se dedica a prevenir el delito, sino a realizar investigaciones sobre delitos comunes y complejos. Como el resto de los servicios policiales, depende del Ministerio de Seguridad, pero colabora de cerca con los fiscales del Ministerio Público de la Acusación (que a su vez cuenta con un Órgano de Investigaciones). 3.- La Agencia de Control Policial, que viene a reemplazar a las viejas unidades de Asuntos Internos, con la creación de unidades de investigación sobre los procedimientos policiales. Está a su vez supervisada por una Secretaría de Control, desde el Ministerio de Seguridad. 4.- Las Tropas de Operaciones Especiales, que pueden intervenir y colaborar junto a cualquiera de las otras tres policías. En estos momentos, las TOE son consideradas el área menos contaminada por la corrupción.

El nuevo esquema

En el nuevo esquema de funcionamiento del «Sistema Policial» propuesto por el Ejecutivo, la Policía de la Provincia de Santa Fe (Prevención) ya no estará organizada a partir de las conocidas Unidades Regionales por departamentos, sino que funcionará sobre la base de seis superintendencias que tendrán bases en las ciudades de Santa Fe, Rosario, San Lorenzo, Venado Tuerto, Rafaela y probablemente, Vera, ya que las autoridades políticas consideran que la policía de Reconquista se encuentra «contaminada».

Cada región estará conducida por un superintendente que, a su vez, dependerá de un jefe provincial de esta Policía de Prevención. En la práctica, se trata de una descentralización de la toma de decisiones y a su vez, de una concentración de mando en cada una de las seis regiones que presentan particularidades específicas.

En el nuevo esquema de la Policía de Prevención ya no existirán 19 Unidades Regionales, sino que serán seis Superintendencias.

En cambio, la Agencia de Investigación Criminal, la Agencia de Control Policial y las Tropas de Operaciones Especiales, estarán organizadas en dos zonas territoriales: la zona norte y la zona sur.

Cada una de las agencias contará con su jefe en cada zona que, a su vez, dependerán de un jefe provincial. Los jefes serán designados por el gobernador a partir de la propuesta del Ministro de Seguridad. Ejercerán la conducción operativa, funcional y administrativa de cada servicio policial a su cargo y tendrán un nivel equivalente como máximas autoridades de los distintos servicios que integran el sistema policial provincial. El objetivo es que los policías que integran cualquiera de las cuatro agencias ya no realicen tareas administrativas. Estas tareas estarán a cargo de personal dependiente del Ministerio de Seguridad. La nueva ley distingue claramente al «personal policial» del «personal administrativo». En este sentido, el objetivo es que los policías que integran cualquiera de las cuatro agencias ya no realicen tareas administrativas. Estas tareas estarán a cargo de personal dependiente del Ministerio de Seguridad, para lo cual se iniciará un proceso de restructuración de funciones. La ley establece que «el personal policial del sistema policial provincial comprende al personal que tiene a cargo el desarrollo de las labores policiales de seguridad preventiva, investigación criminal, operaciones especiales y control policial». Por su parte, «el personal de Administración del sistema policial provincial se rige por las disposiciones establecidas en el Escalafón del Personal Civil de la Administración Pública Provincia».

Sueldos policiales y dedicación exclusiva

Las disposiciones referidas a los mecanismos de control, a los sueldos y al régimen laboral propuestas en las nuevas leyes, abarcan a las cuatro agencias policiales. El proyecto de ley que el Ejecutivo envía a la Legislatura cuenta con apartados específicos sobre las retribuciones que deberán recibir los policías por su trabajo. En el artículo 128, se establece que «el sueldo básico del personal policial es equivalente a dos y medio el salario mínimo vital y móvil fijado por el Consejo Nacional del Empleo». Asimismo, «el sueldo básico del personal policial para cada grado es el monto que resulte del incremento de un diez y medio por ciento (10,5%) del sueldo básico correspondiente al grado inmediato anterior». Y la «asignación estímulo de los candidatos a ingresar al sistema policial provincial debe ser una suma equivalente al setenta y cinco por ciento (75%) del sueldo básico del grado oficial ayudante».

Ningún policía de Santa Fe podrá cobrar menos de dos y medio sueldos mínimos, vitales y móviles.

La ley también establece cómo se calcularán los suplementos y bonificaciones. Se plantea también que «el personal policial tiene dedicación exclusiva, debiendo cumplir 45 horas mínimas semanales, sin realizar otra actividad que fuera reputada incompatible, riesgosa o que pueda resultar en desmedro del rendimiento físico o psíquico de sus funciones». De todos modos, las autoridades son conscientes de que se debe iniciar un proceso progresivo en este sentido. Por ese motivo, se mantiene la posibilidad de que los policías brinden servicios adicionales: «El Servicio de Policía Adicional debe ser prestado fuera de su horario de trabajo ordinario de prestación de servicio». Se aclara también que el Ministerio de Seguridad «debe dictar las normas complementarias en la materia, que no deben afectar el cumplimiento de las misiones y funciones del sistema policial provincial». Básicamente, la Policía dejará de controlarse a sí misma y el nuevo esquema será de carácter externo en casos de graves o muy graves que también aparecen estipulados en las nuevas leyes. En lo que se refiere al control sobre el funcionamiento policial, el Poder Ejecutivo enviará a la Legislatura un proyecto que plantea básicamente los siguientes ejes: 1. La creación de un sistema de control policial externo e independiente de la estructura policial, que dependa de las autoridades políticas (Ministerio de Seguridad). 2. La reforma del régimen disciplinario, estableciendo un conjunto de normas que garanticen la defensa del imputado, la contradicción, la posibilidad de recurrir a las decisiones administrativas y la determinación en un plazo razonable del proceso. 3. La creación de un área de control preventiva en el sistema de control policial, para evitar en la medida de lo posible que se cometan las irregularidades o delitos. 4. El impulso de la investigación administrativa independientemente de la investigación judicial (hoy se suele aguardar la decisión de la Justicia antes de tomar medidas administrativas). 5. La creación de una policía especializada en la investigación de faltas y delitos cometidos por el personal policial, como un organismo policial dependiente administrativa, orgánica y funcionalmente del Ministerio de Seguridad. Básicamente, la Policía dejará de controlarse a sí misma y el nuevo esquema será de carácter externo en casos de graves o muy graves que también aparecen estipulados en las nuevas leyes.

Nueve meses duros e inesperados

Omar Perotti sostuvo su campaña electoral sobre el compromiso de aplacar la inseguridad en una provincia atravesada por el miedo. Y durante los primeros días de 2020, Santa Fe parecía nuevamente condenada a transitar un camino furia desenfrenada, con nuevos récords de homicidios en las ciudades de Santa Fe y Rosario. Sin embargo, llegó un hecho inesperado: la pandemia de coronavirus lo transformó todo. Al menos, en la superficie.

Desde el primer día de gestión, Omar Perotti habló de las leyes tendientes a transformar a la Policía de Santa Fe.

Fuente – Aire de Santa Fe

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