El abogado Adrián Picech, quien patrocina a la familia de Yasmín Augsburger, explicó que todas las personas demandadas no cumplieron con el deber de seguridad y cuidado que se debía prever para la situación. Entre ellos está el hotel, la directora de la escuela y la empresa de turismo.

La familia de Yasmín Augsburger, la niña oriunda de Reconquista que cayó por la ventana del cuarto piso del hotel Castelar en noviembre de 2018, solicitó un resarcimiento económico a quienes consideran responsables del accidente, entre los que están el hotel, la directora de la escuela y la empresa de turismo que realizó el viaje.

La niña tenía 9 años al momento del accidente. Era parte de un contingente de estudiantes que venían desde el interior de la provincia a conocer la capital de Santa Fe. El abogado Adrián Picech, quien patrocina a la familia de Yasmín, habló este martes por el programa Será Justicia por Aire de Santa Fe y explicó que todas las personas demandadas no cumplieron con el deber de seguridad y cuidado que se debía prever para la situación. La acción tiene una pluralidad de demandados, entre los que están la empresa de turismo contratada para hacer el viaje escolar, llamada Record Tour Viajes, el hotel Castelar, el ministerio de Educación de la provincia de la provincia Santa Fe porque es un viaje incluido en el plan de estudio, la que al momento del accidente era directora de la escuela a la cual concurre Yasmin. No obstante fueron citados como garantías dos empresas de seguros que son San Cristóbal Seguros SA y Nación Seguros.

Yasmín Augsburger, la niña oriunda de Reconquista de 9 años que cayó por la venta del cuarto piso del hotel Castelar en noviembre de 2018, en un viaje de estudio.

«Nosotros entendemos que la responsabilidad es solidaria entre todas las personas tanto físicas y jurídicas, puesto que hubo una confluencia de irresponsabilidades o incumplimientos al deber de seguridad que debían tener para el cuidado de los niños a quienes llevaron de viaje», explicó el abogado. Además agregó que «todas estas personas no cumplieron con el deber de seguridad y cuidado que se debía prever para la situación que estaban atendiendo. Y esto no es un capricho de la familia, sino que este tipo de responsabilidades están legislados en la normativa de nuestro país». Respecto del hotel Castelar, indicó que es uno de los demandados porque cuando se contrata un hotel no se contrata una cama o una habitación para alojarse, se está contratando también medidas de seguridad, más allá de la atención que le puedan brindar.

Y en el marco de esta situación donde Yasmín sufre este accidente, «la habitación donde estaba esa noche la niña con dos compañeras disponía de tres camas con ventanas bajas, era un 22 de noviembre que hacía calor y el aire no funcionaba por lo que tenían que tener la ventana abierta, el hotel no tenía rejas, la persiana estaba trancada», detalló. Inclusive la cama donde estaba Yasmín al momento de perder el equilibrio y caer hacia la calle, estaba debajo de la ventana. «Uno al estar sobre la cama estaba muy accesible para caer al vacío, inclusive chicos 9 años ni siquiera tienen capacidad para distinguir el peligro, por eso la responsabilidad de los mayores y el deber del cuidado», explicó Picech. En el momento del accidente, no había adultos cerca, inclusive cuando quisieron ingresar a la habitación ya enterados de que una niña cayó por la ventana, la puerta se había trabado y tuvieron que llamar al conserje, y el abogado consideró que eso da cuenta de cuál era la situación. «No era un lugar para alojar a niños de 9 años», aseveró.

Además explicó que apuntan contra la directora del colegio porque «así está legislado sobre la responsabilidad que tienen las personas a cargo de los establecimientos educativos, ya sea dentro del edificio o fuera cuando están haciendo alguna actividad escolar».

La salud de Yasmín hoy en día

«Yasmín tienen un ánimo que es ponderable para llevar adelante la situación que le toca vivir, y eso es lo que la ayuda», contó Picech y agregó que «de todas manera está con controles continuos, con tratamientos psicológicos y kinesiológicos, y tiene previstas otras cirugías más, por lo que su futuro es incierto». Al día de hoy no camina, se moviliza en silla de ruedas. «Le cambió la vida a ella y a toda su familia, no va a volver a ser la niña que era antes, ni se va a desarrollar en un futuro como lo hubiera hecho si no hubiera ocurrido este suceso», concluyó.

Fuente – Aire de Santa Fe

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