La audiencia preliminar será en febrero por femicidio.

A dos años y medio del femicidio de Rosalía Jara – la joven de Fortín Olmos, pequeña localidad del departamento Vera – una nueva querella buscar darle mayor impulso a la causa, con la perspectiva de género como base.

Como primera medida, logró posponer hasta febrero la audiencia preliminar, para poder analizar mejor el expediente, y reclamó la restitución del cuerpo de la chica a su familia. La abogada Carolina Walker planteó que se trata de una investigación «incompleta» en la que, por ejemplo, no se imputó el delito de abuso sexual cuando testigos apuntaron que el acusado, Juan Valdez tenía relaciones con la víctima –fue su alumna de educación física– desde que ella tenía 12 años. La situación de vulnerabilidad y necesidades básicas fue parte de ese contexto, muchas veces naturalizado en el norte provincial. Tal como se apuntó en la acusación de la Fiscalía, el móvil del hecho está relacionado a que la joven tuvo una hija del imputado y le venía haciendo reclamos para que se hiciera cargo. El juicio se deberá realizar antes de julio de 2020. Los abogados de la familia esperan reunirse esta semana con el fiscal general Jorge Baclini.

Walker representa a la familia de Rosalía a pedido del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. La letrada, que integra la ONG Democracia Directa, señaló: «Tomamos la querella a fines de noviembre y nos encontramos con una causa incompleta. Había una acusación que se anuló y el fiscal tuvo que readaptarla. No hubo perspectiva de género durante la etapa de toma de testimonios y demás, cuando se investigaba la desaparición: la primera vez que viajamos a Fortín Olmos advertimos que la víctima tenía relación con el acusado desde los 12 años. Leyendo el primer párrafo del expediente nos preguntamos por qué no lo imputaron por abuso sexual. No solo hubo abuso sexual desde esa edad, sino que hubo abuso de su cargo, porque él era su docente y ella cursaba el sexto grado cuando se inicia esto. Entendemos que el delito de estupro existe. Claramente no se puede hablar de relación consentida. Esto es algo que advertimos con la primera persona que hablamos», dijo. En ese sentido, recordó que cuando se encontró con la madre de Rosalía, en Vera, «ella venía con un papel en la mano para mostrarnos que su hija era menor de edad cuando quedó embarazada». Tenía 15. «Para muchas personas, en esa zona, esta cuestión está naturalizada», aseguró la letrada. En el caso de Rosalía, «había una situación de vulneración y él le empezó a dar dinero para tener relaciones, pero ella era una niña», advirtió. Además, analizan menciones sobre casos similares.

Rosalía Jara desapareció la noche del sábado 1° de julio de 2017. Sus restos aparecieron más de un año después, el 26 de agosto de 2018, en un descampado ubicado en la zona del Paraje El Bonete. Si bien la autopsia no pudo determinar la causa específica de la muerte de la joven de 18 años, se encontró un golpe importante en la zona del pómulo izquierdo.

El único acusado en la causa es Valdez, de 38 años, quien fue profesor de educación física de Rosalía en la escuela primaria. El imputado, que «había sido echado de dos escuelas», intentó varias veces recuperar la libertad, pero en todas las instancias se confirmó su prisión preventiva. Con la causa avanzada, la audiencia preliminar del juicio oral estaba prevista para el 20 de diciembre, pero se pospuso para el 6 de febrero a pedido de la querella que se sumó a la investigación en noviembre pasado. Walker, junto a Matías Pautasso y Martín Risso Patrón tomaron la representación de la familia y solicitaron tiempo para analizar los más de 100 testimonios y pruebas que tiene el expediente a cargo el fiscal Gustavo Latorre. «Se trabajó bien, pero hay muchas cuestiones que no se ven», adelantó la letrada.

La idea es darle «otra perspectiva a la investigación». Con esa premisa, el equipo querellante estuvo en Fortín Olmos para tomar declaraciones a vecinos y recorrió el camino que hizo Rosalía antes de su desaparición, el 1° de julio de 2017. Si bien la causa que llegará a juicio es por femicidio, la querella pretende que se intervenga también en otros delitos, como el abuso sexual.

Por otro lado, Walker cursó una nota para que se reintegre el cuerpo de la víctima a su familia, ya que desde que se hizo la autopsia no hubo devolución de los restos. «Esto sería muy importante para ellos», aseguró. Además, relató que se trata de una familia «humilde» y planteó que también deben comenzar los trámites para que la madre, que se hizo cargo de la hija de Rosalía, pueda cobrar lo correspondiente a la Ley Brisa.

La muchacha fue vista por última vez a la vera de la ruta provincial 1 y estuvo desaparecida casi un año y medio, pero tras el hallazgo de sus restos óseos, la causa cambió de carátula. Valdez, único sospechoso y padre de la hija de la joven, fue imputado por retención y homicidio doblemente agravado por el vínculo (femicidio).

El acusado se negó a declarar acerca de la relación que mantenía con Rosalía y las numerosas llamadas telefónicas que lo conectan con ella, el último día que la joven fue vista con vida, en una garita de colectivo donde hay una paradójica frase pintada: «Rompe el silencio».

Fuente – Rosario /12 – Por Lorena Panzerini

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