En los últimos días, en la ciudad de Reconquista, animales de gran porte como caballos, fueron protagonistas de siniestros viales, uno de ellos con víctima fatal. Y la mayoría sin poder dar con el dueño o responsable del animal.

La existencia de caballos sueltos en la vía pública significa, por un lado, un peligro para los propios animales, y por otro, para la seguridad vial de los vecinos. Por ello, es importante la coordinación urgente de acciones que controlen y responsabilicen a los dueños de estos animales.

En distintos puntos de la ciudad e inmediaciones de las rutas y corredores viales importantes, estos animales a la deriva son un verdadero problema de inseguridad vial. Respecto a esta cuestión, el Municipio viene trabajando hace varios años para disminuir el riesgo y poder brindar mayor seguridad a las personas y a los animales, por lo que además del área de zoonosis animal, cuenta con una de control de cuadrúpedos en la vía pública, la que se conoce como cabelleriza.

Esta área se encuentra dentro de la Secretaría de Control Público y acompañada por leyes y ordenanzas, tiene la autoridad de retener a los animales, cobrar multas a los propietarios y en el caso que corresponda, darlos en adopción o llevarlos a lugares seguros. Muchas de las acciones que llevan adelante, se dan por denuncias o avisos de vecinos al 911, la policía o las cámaras de CEO que dan aviso.

La responsabilidad mayor debería recaer en los dueños de estos animales, quienes, a la hora de accidente o daños en la vida pública, no se hacen cargo o no aparecen. En muchas ocasiones, el animal también queda malherido. Este círculo vicioso sin solución de continuidad, cada dos por tres, lamentablemente, se cobra una víctima.

Los vecinos cumplen al dar aviso, denuncian la presencia para que concurra la autoridad, esta asiste y retiene al animal, pero la multa es tan baja que los propietarios, si es que aparecen, no dudan en reincidir.

La responsable del área de caballeriza del Municipio de Reconquista, Lorena Gómez, informó que: “estos sucesos lamentables y peligrosos, como el último, llaman a la reflexión a los propietarios de los animales para que atiendan sus responsabilidades y no miren para otro lado. Muchos de los caballos no tienen marcas por lo que se desconoce su dueño y cuando suceden daños o pérdidas significativas, como la vida de una persona, no aparecen”. Además, agrega que: “la última vez que se hizo un relevamiento fue en el 2018. Con el mismo se conoció que dentro de la ciudad y en alrededores cercanos, había más de 800 equinos, hoy ese número es mayor. Más del 70% los tienen como mascotas”.

Siguiendo las ordenanzas municipales y las leyes provinciales, nacionales, entre las obligaciones que le caben al propietario de un equino está el contar con instalaciones mínimas que garanticen el bienestar animal. También tener la documentación que garantice la inscripción del animal y conexión con su responsable, dueño, para que responda ante situaciones complejas.

Si todo esto se cumpliera, primero los animales no estarían fuera de la propiedad, y segundo, ante el hecho consumado sería sencillo establecer la titularidad del caballo para que lo alcance el rigor de la ley. Este eslabón es claramente el perdido en esta cadena a nivel local.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí