El inicio de la negociación paritaria aún no tiene fecha. La ministra de Educación quiere que las clases comiencen el 5 de marzo. Los gremios docentes anticipan una negociación que se prevé será bastante compleja.

La meta del Ministerio de Educación santafesino para este 2018 es que los días de clase en las escuelas no bajen de 185, el mismo número del año pasado, pero que no se terminó de cumplir por los paros de alcance provincial y nacional que se sucedieron durante marzo y abril. El panorama, esta vez, tampoco pinta diáfano dadas las expectativas inflacionarias en alza y los indicios que surgen de que el gobierno central buscará sofrenar las paritarias en torno al 15%. Ese fue el porcentaje que admitió la semana pasada como meta de inflación para este año, aunque las consultoras privadas ya lo estiman por arriba del 20. De hecho, los gremios docentes provinciales tienen claro que ese será su piso, no su techo. Y aunque todavía la negociación carece de fecha, ya calientan motores. Pese a lo complejo que se proyecta el año para el mundo del trabajo, el plan de la ministra Claudia Balagué es que el ciclo lectivo se inicie el 5 de marzo.

En un año que tendrá tres feriados puente, aunque sólo uno de ellos caerá durante el ciclo lectivo —el lunes previo al Día del Trabajador, ya que los otros dos corresponden al 24 y 31 de diciembre—, la expectativa de Educación es llegar a 185 días de clase.

El inicio previsto para la mayoría de los niveles y modalidades es el 5 de marzo, a excepción de los cursos de formación profesional y capacitación laboral, que arrancarán el 12 de ese mes, y el de educación superior, que comenzará el 4 de abril.

El receso invernal se cumplirá del 9 al 20 de julio, y el cierre del ciclo lectivo será el 14 de diciembre. El del nivel superior, el 28.

Pero la fecha de inicio del año escolar se cumplirá siempre que las negociaciones salariales lleguen antes a buen puerto. Y ello tanto a nivel provincial como nacional, ya que este año la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) volverá a exigir la apertura de paritarias.

A nivel nacional

«Vamos a seguir reclamándolas porque creemos que es el único modo de solucionar los conflictos», adelantó la titular del gremio, Sonia Alesso, quien recordó que durante el primer año del gobierno de Cambiemos esa mesa existió «y no hubo grandes niveles de conflictividad», mientras que en 2017 no fue convocada y esa decisión desató una pelea de largo aliento «en todo el país».

Los sindicalistas avizoran un año «de mucha lucha». Por cuestiones de alcance general, como el proyecto de reforma laboral que el gobierno de Mauricio Macri acaricia aprobar en febrero en sesiones extraordinarias; por el repunte de la inflación y los tarifazos, y por la puja que se desatará en torno a los aumentos salariales para afrontarlos sin que el sueldo vuelva a sufrir un retroceso.

«Lo que es seguro es que la pauta salarial tendrá que estar por arriba del 20 por ciento», adelantó sin medias tintas el titular de Sadop Rosario, Martín Lucero, titular del gremio docente de escuelas privadas, que también se sentará a la mesa paritaria en Santa Fe en fecha aún incierta.

«Esperamos ser convocados a fines de enero o principios de febrero», dijo el dirigente, convencido de que un 20 por ciento de aumento deberá ser el piso desde donde empezar a hablar.

El cálculo sólo parte de la propia meta inflacionaria del 15 por ciento que la mesa chica del gobierno nacional «recalculó» la semana pasada, un día después de que el Congreso aprobara el presupuesto anual, y que aun economistas cercanos a la gestión elevan a no menos del 20.

«Para discutir nunca nos referenciamos en esos números: el primer año el gobierno estimó una inflación del 20 por ciento y terminó en 40; el segundo dijo 17 y fue de 25», ejemplificó.

El titular de AMSaFe Rosario, Gustavo Terés, también avizoró un año picante. «Tenemos una posición claramente antagónica a lo que ha sido el acuerdo de los gobernadores con la Nación en el marco del pacto fiscal porque supone políticas de ajuste y un impacto muy negativo sobre los trabajadores», adelantó.

En ese marco de ajuste y reducción del déficit fiscal, afirmó, se inscribe «un ataque al empleo público y las políticas sociales», ante el que la provincia muestra una «postura ambigua». Por eso, adelantó, «cualquier intento de condicionar las paritarias y pretender que sean a la baja va a ser rechazada con fuerza».

De allí que Terés marcó tres puntos innegociables: «Rechazo y repudio a los despidos, paritarias libres y no a la reforma laboral».

A la vez secretaria general de CTERA y de AMSaFe provincial, también Alesso vislumbró un escenario complejo a partir de febrero: «Creemos que va a ser un año muy difícil».

Dentro de una larga lista de preocupaciones, la dirigente mencionó la pérdida de poder adquisitivo del salario «ante la inflación y los tarifazos», los proyectos de «adecuación de la reforma previsional en las provincias», el proyecto de reforma laboral de Cambiemos y los intentos («globos de ensayo» en Capital Federal) de modificar la educación secundaria y superior.

Todo eso traerá «un año de luchas docentes masivas en la calle», auguró. En un contexto nacional tan crispado, a la provincia le costará no quedar entrampada.

 

Fuente – La Capital.com.ar

Foto ilustrativa archivo RADIO AMANECER

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