Los profesionales que efectuaron las pericias sobre ropas que la menor víctima G. llevaba puestas en la noche del 24 de junio de 2015, cuando fue violada vaginal y analmente, declararon en una nueva audiencia del juicio oral y público en el que es juzgado el chacal de Vera.

Los profesionales ratificaron lo que ya habían asegurado en su informe técnico: había huellas de ADN del acusado en las 7 prendas que la adolescente llevaba puestas en esa fría noche de invierno.

Sólo no fue posible analizar la bombacha de la menor por estar contaminadas con materia fecal luego de la brutal violación a la que fue sometida.

Con la contundencia de las afirmaciones de los expertos, la autoría de Díaz de los aberrantes delitos sexuales que se le atribuyen quedó en clara evidencia y su futuro de años tras las rejas parece inapelable.

 

Fuente – Infovera

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