Ante el impulso de la Cobertura Universal de Salud (CUS), mediante decreto 908/ 2016 del Poder Ejecutivo Nacional, se lanzó el Movimiento por el Derecho a la Salud (MDS) que denuncia que tal iniciativa “atenta contra el derecho humano a la salud pública, universal y gratuita, garantizado en nuestra Constitución Nacional”.  El espacio exige la no adhesión de la Provincia de Santa Fe a esta reestructuración del sistema público y convoca el 1° de Junio en la Facultad de Medicina a un debate abierto con referentes nacionales e internacionales.

A casi un año del lanzamiento de la CUS, el MDS desarrollará en nuestra ciudad esta segunda charla en la provincia. La primera se dio en la ciudad de Santa Fe, con un concurrido seminario que se repetirá en Rosario el jueves 1° de Junio desde las 17 horas en el  Auditorio de Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina de la UNR (Santa Fe y Francia). Contará con la participación del Presidente de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FESPROSA), Jorge Yabkowski; el Coordinador del IDEP-Salud de la Asociación Trabajadores del Estado a nivel nacional, Daniel Godoy; y del sanitarista de la Universidad de Bruselas, Pierre de Paepe.

En julio de 2016 el gobierno nacional dio a conocer esta reforma del sistema de salud, promovida desde organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Fundación Rockefeller, entre otros. Al poseer Argentina un sistema federalizado, donde los gobiernos provinciales despliegan su propia política en el área, como sucede en Educación, son los estados subnacionales los que definen si adherir o no a la CUS, cuya aceptación viene acompañada de un monto de dinero –que se afirma es incluso insuficiente- para su aplicación. Alrededor de 14 provincias ya la aceptaron. La provincia de Santa Fe aún no ha definido su posicionamiento.

El debate sobre la salud como derecho humano y no como prestación o servicio es nodal en este tema. “Los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes. Son los Estados quienes tienen el deber, más allá incluso de los sistemas políticos que elijan o construyan, de promoverlos y protegerlos. La garantía de esos derechos está a la par de la concreción de las libertades fundamentales planteadas en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena en 1993, entre otros espacios y legislaciones”, detalló la Presidenta del SIPRUS – Fesprosa, María Fernanda Boriotti, organización integrante del MDS.

“La CUS aparece en un momento de profundo avance sobre derechos adquiridos y es parte de ese paquete de medidas de ajuste. Se propone cambiar la lógica del derecho humano por el de la cobertura y la prestación, ligada al planteo privado. Mediante la misma, la gente poseería un carnet, siendo parte de un sistema cuyo nombre entusiasma. Pero la estafa radica que en realidad se trata de una suerte de ‘canasta básica de salud’, por la cual sólo algunas patologías elementales podrán ser atendidas sin cargo. Para el resto, habrá que contar con recursos propios para ser atendido y curado. La garantización del derecho dependerá así del bolsillo del ciudadano, no de la política de Estado”, explicó.

Según denunció Boriotti, la resolución nacional deja de lado el pilar “de cualquier plan sustentable que aborde la salud como derecho humano”: la prevención.  Además de lo vinculado a la reducción de patologías a abordar y el desplazamiento de la prevención como aspecto fundamental, la CUS profundizará los niveles de precarización laboral y salarial.

“Paulatinamente, habrá menor presupuesto para el sistema público, que migrará al sector privado siendo un gran negocio. Eso conllevará también al empobrecimiento de la salud pública que garantiza el sistema de excelencia que hoy se presta en reconocidos efectores como el Garrahan en pediatría, el HECA en accidentología en Rosario, así como las cuestiones vinculadas al abordaje de epidemias”, alertó.

“No es casual que las grandes aseguradoras festejen este ‘avance’. Se propone enaltecer el concepto asegurador al de derecho. La salud no puede ser un negocio, ni depender de las lógicas empresas privadas que priorizan su margen de ganancias y políticas internas. Observemos si no la propia historia: ¿qué saldo nos dejaron las AFJP y el avance de las ART? La salud en manos privadas no garantiza el acceso a ésta como derecho universal», subrayó la dirigenta.

 

Fuente – Prensa Siprus – Fesprosa

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