En el mes de octubre, la Juventud Agraria Cooperativista (JAC) de Malabrigo celebra 75 años de su fundación, un hito histórico que refleja el esfuerzo y la dedicación de generaciones de jóvenes comprometidos con el desarrollo del cooperativismo en la región.

Fundada en 1949 por un grupo de visionarios, la JAC se ha convertido en un espacio clave para la formación y el crecimiento de jóvenes que creen en el poder de la organización comercial y social.

Desde sus inicios, la Juventud Agraria Cooperativista ha enfrentado grandes desafíos, pero también ha cosechado importantes logros. Hoy, con una historia de sacrificios y satisfacciones, la esencia del joven cooperativista sigue intacta: un espíritu inquebrantable que impulsa la mejora constante y el desarrollo de proyectos que fortalecen a la comunidad.

La capacitación y el apoyo a las nuevas generaciones forman parte fundamental del plan de acción de la cooperativa. «Es importante contar con los jóvenes, ellos son el futuro y serán quienes dirijan la casa madre», expresaron con orgullo desde la cooperativa.

Los jóvenes han demostrado un compromiso firme, diseñando y ejecutando proyectos de trabajo que han dejado una huella en la organización y la comunidad.

Además, la interacción con otras juventudes cooperativistas ha sido un pilar clave en el crecimiento de la JAC.

«Queremos seguir por ese camino, promoviendo el trabajo en equipo, el esfuerzo conjunto y la formación de jóvenes que descubren su potencial», subrayaron los directivos de la cooperativa, destacando el rol fundamental que juegan los jóvenes en el sostenimiento y proyección de la institución.

A lo largo de sus 75 años, la JAC ha sido testigo y protagonista de un crecimiento constante, reflejando la pasión por mejorar y enfrentar los desafíos con valentía.

El apoyo y la confianza de la cooperativa han sido fundamentales para que los jóvenes puedan desarrollar sus proyectos y seguir construyendo un futuro mejor para Malabrigo y la región.

La celebración de este aniversario marca un hito en la historia de la Juventud Agraria Cooperativista, que sigue siendo un ejemplo de esfuerzo, compromiso y superación.

Con una mirada puesta en el futuro, los jóvenes cooperativistas de hoy continúan trabajando con el mismo espíritu visionario que dio origen a esta institución hace 75 años, construyendo un legado que perdurará por muchas generaciones más.