Marcelo Mack es Argentino, nacido en Tres Arroyos-Buenos Aires y actualmente se encuentra varado en Ucrania.
Hoy a sus 53 años y sin ganas de empezar de nuevo en otro lugar, Marcelo se encuentra en este país a la espera de que la cancillería Argentina lo ayude a salir del conflicto.
Nuestro compatriota se fue a vivir a Ucrania en el año 2018 luego de casarse con una mujer de esa nacionalidad. Allí trabajaba de operador telefónico hasta la semana pasada que inició la guerra y muchos ucranianos quedaron sin trabajo, más aún los extranjeros como él.
Sin embargo, Marcelo quedo viviendo solo en su casa ubicada hacía el oeste de donde se encuentra la guerra, específicamente en la ciudad de Ivano–Frankivsk donde esta únicamente con sus dos gatos. El resto de su familia pudo salir hacia la frontera con Rumania. Por cuestiones económicas y con pocos ánimos de empezar de nuevo vive el día con mucho temor, pero esperanzado en que todo puede cambiar, aunque en el fondo sostiene que esto no va a terminar pronto y que Ucrania no tiene como ganar.
Hace menos de una semana Mack vivió bombardeos a 3 km de distancia de donde se encontraba, ante esto menciona que: “la vida me cambio de un día para el otro, no tengo rutina, no tengo trabajo, me levanto a cualquier hora, no salgo, tengo mucho miedo, no descanso, estoy agobiado mental y físicamente, además, no puedo andar por las calles porque soy extranjero y pueden desconfiar que sea un infiltrado de los rusos”.
Los días de Marcelo se resumen en malas noches, a las 22 horas se deben apagar todas las luces y las siguientes se pasa sin dormir, sobrevuelan aviones, se escuchan bombardeos y suenan sirenas, a veces se tienen que levantar y dirigirse a los subterráneos que no están adaptados pero que los protegen de los bombardeos.
En cuanto a la comunicación, Marcelo explicó que: “el internet, la televisión, la radio son muy buenos servicios aquí, como el gas y la luz, pero no cuento con televisión ni radio por una política que sostiene mi mujer hacia la crianza de sus hijos, prioriza la educación, por lo que todo lo que pueda desconcentrar se evita, solo me informo por el celular y espero que se termine pronto”.
Con poca información de los medios, pero con conocimiento del lugar, Marcelo afirma fuertemente que: “la gente en Ucrania está muy unida y van a defender su país hasta las últimas consecuencias, van a seguir peleando en las calles aun sabiendo que no tienen como ganar. Están esperando la ayuda de otros países que conforman la OTAN y tienen probabilidades de obtener esa mano si los rusos continúan bombardeando las centrales nucleares, es la información que se maneja aquí, que Rusia está a 30KM de atacar otra”.
Este cambio brusco de vida, hizo que Marcelo valore la tranquilidad, la paz y deje a un lado lo económico, lo único que pide es: “no amanecer con sirenas o poder acostarme sin pensar en cómo sobrevivir o si voy a ver otro amanecer”.