A 24 años de la muerte de Jesica Rocío Agonil, su padre continúa pidiendo justicia.
El 8 de junio de 1998, a sus 9 años, Jesica circulaba en bicicleta por la Ruta A009, con su hermano y familiares, cuando fue atropellada y abandonada por quien conducía el vehículo Peugeot 504. El estado nunca encontró al responsable.
Al cumplirse un año más de este trágico hecho, su familia pintó nuevamente el mural para recordarla y pedir que se haga justicia. El lugar indicado para homenajear, de cierta manera a esta niña que muchos la consideran un ángel, es el que fuera su domicilio, ubicado en calle 47 al 3220 en loteo Nardelli de la ciudad de Reconquista. Esta obra de arte tiene la firma de Leo gallegos, quien consideradamente y como acto de compañerismos y colaboración en la lucha, ofreció su trabajo y su arte para plasmar la imagen de la joven niña.
En esta oportunidad, el fondo del mural tomo forma de cielo y se la presenta a Jésica con alas. La idea fue trabajada conjuntamente con el artista y Luis Agonil, padre de Jesica, quien cuenta que: “siempre me la imagino, pienso como sería hoy a sus 33 años y tengo en cuenta como era cuando se fue, los valores que tenía, la humildad, el pensar en los demás. Todo eso se lo comenté a Leo y él pudo expresarlo en el mural”. Además, agrega Luis que: “muchos vecinos, conocidos y personas de Reconquista me cuentan que llevan velas donde está su estrella, al costado de la ruta, donde fue su muerte y le agradecen, me cuentan que hace milagros. Yo creo que Dios se la llevó por algo y que es un ángel”.
En cuanto al pedido de justicia que está escrito en dicho mural, no hay mucho que agregar. La muerte de esta niña que hoy sería una hermosa mujer y maestra jardinera, según expresa su padre, esta impune desde hace 24 años, el asesino desapareció en el momento que la chocó y a pesar que se presentaron pruebas y testigos en la justicia esta nunca actuó y la causa prescribió.
Sin embargo, Luis continua su pedido y no solo por su hija, también acompaña casos similares de otras víctimas, todos sin resolverse.
Así como ese trágico día en el que el conductor del Peugeot abandonó el lugar dejando a Jésica sin vida y a su hermano malherido, Luis siente que la justicia también: “somos humildes y cómo piensan muchos, sostengo, la justicia no nos mira de igual manera, nos abandonó. Me canse de ir, consultar, acercar testigos, pruebas y nunca me llamaron, soy el padre merezco información”.
Para la justicia la causa prescribió, no tienen pruebas, testigos y el involucrado jamás apareció. Ven como una forma de re-abrir la causa solo si se presente el responsable de la muerte de Jesica. Hoy a 24 años sigue sin aparecer.
Luis afirma que todavía tiene energías y vida para seguir luchando por que se haga justicia y todos estos años se capacitó y estudió para colaborar, acompañar en la investigación, pero del otro lado, nadie se acercó a él para para ayudarlo.