El Rector del seminario “La Encarnación”, Presbítero Rubén Abel Taibo conversó con el equipo de radio Amanecer sobre el cierre de ciclo 2022 y contó detalles del camino que recorren en esta importante formación para llegar a ser ordenados sacerdotes.
Con la Misa de acción de gracias por el año, cerraron en el Seminario La Encarnación el ciclo 2022. En palabras de su Rector, este es un momento especial para agradecer a Dios por todo lo recorrido y aprendido. Además, es muy significativo ya que se acercan las comunidades, los obispos, las instituciones y familias que los ayudan, apoyan durante todo el año a sostener el seminario. En este acontecimiento también se entrecruzan los sentimientos con los de despedida. Muchos de los egresados que terminan la formación se trasladan a otras comunidades.
La carrera del seminarista tiene una duración de 8 años, pero esto no significa que al concluir este periodo, se ordene automáticamente. El Padre Taibo explica que muchas veces la ordenación inmediata no se da por cuestiones de que se forman académicamente, humanitariamente, en el evangelio, en lo comunitario y estas cuestiones a veces necesitan mayor tiempo. Es una formación humana más sensible, donde quien se está preparando para ser cura debe antes sanar, restaurar heridas, trabajarlas por la gracia de Dios y en su libertad responsable, señala Taibo.
Cabe mencionar algunas de las afirmaciones del rector del Seminario sobre la labor del sacerdote: “El cura es un hombre que preside la comunidad y no debe hacerlo solo, de ninguna manera. Es esencialmente comunitario, trabaja con y para otros, por lo que debe primero cultivarse para poder hacerlo. La dimensión comunitaria, la pastoral, no se improvisa, no se logra solo con tener buenas intenciones, es un arte que se aprende, donde hay que tener una visión espiritual, evangélica de oración con realidad para ayudar a los demás”.
Por estas cuestiones mencionadas por el Presbítero Rubén Taibo, es que muchos egresados del seminario, al concluir sus estudios académicos, continúan formándose en lo humano y luego de un tiempo son ordenados. Este es el caso de Nicolás Lastra que prontamente estará formando parte de la diócesis de Reconquista.
Con respecto a los años académicos, que son 8, el Rector ve posible que se revea, pero no que sea breve: “ahora con el Papa Francisco, se está re-pensando desde un fundamento sólido que es el evangelio, la iglesia, pero se está revisando todo, hasta los horarios, para estar a la altura de las circunstancias actuales, del hombre y la mujer en estos tiempos. Me alegraría que se revisen los criterios, las estructuras, los ritmos, todo, de la organización de los seminarios, pero vuelvo a insistir que no es una formación breve, estas siguen siendo humanas y el corazón humano no se trabaja aprendiendo de memoria un libro, tiene un dinamismo más lento, sereno, profundo que requiere mayor tiempo”.