Nuestro recuerdo al querido e inolvidable Profesor Luis «Lobo» Saide, un verdadero héroe de la vida, dejando innumerables enseñanzas entre sus alumnos, amigos y su familia. En un nuevo aniversario de conmemoración a las víctimas de la tragedia del Paraná, familiares y amigos recuerdan a quienes perdieron la vida aquella tarde del 16 de enero de 2010.
El episodio, que enlutó a la región, tuvo lugar en la mañana de aquel sábado en pleno río Paraná, minutos antes de las 10, en momentos en que casi un centenar de nadadores intentaba unir el Club Pacú Cuá de Encarnación con el Instituto del Seguro, en Posadas.
El «Lobo» dedicó su vida a la profesión y la entregó para salvar a sus alumnos en ese fatídico 16 de enero de 2010 en el gran Río Paraná.
Recordemos que fueron 8 las personas que perdieron la vida y 2 estuvieron internadas en grave estado.
Comenzaba la 80° edición del cruce a aguas abiertas, una competencia que invitaba a un espectáculo deportivo admirado en toda la región, pero ese día se tiñó de negro y quedó en la memoria de todos por la tragedia ocurrida.
Fueron 75 competidores los que iniciaron el cruce del río Paraná en el marco de la segunda fecha del campeonato misionero de aguas abiertas y se habían preparado por meses para nadar 6 kilómetros en un recorrido que comenzaba en Encarnación (Paraguay) y finalizaba en Posadas (Argentina).
Cabe recordar que la tragedia del Paraná, se desencadenó en la competencia bautizada como el “Cruce del Paraná”, ocho nadadores perdieron la vida luego de un lamentable episodio de negligencia organizacional y condiciones climáticas adversas.
Se desató luego de que los nadadores partieran desde el club Pacú Cuá, en Encarnación.
Foto: Víctor Sessa (36), Fernando Solé Mases (12), Eugenio Raúl Seró (59), Sebastián Ruzecki (19), Nicolás Levequi (14), Manuel Leiva (57), Mauro Bacigalupi (28) y Luis Saide (56), perdieron la vida en la peor tragedia de la historia del deporte misionero.
Por el accidente del “cruce del Paraná” hubo dos condenados, el prefecturiano Jorge Antonio Lezcano y Hugo “Tyson” Alfonso.
A Lezcano lo dejaron salir luego de cuatro años y un poquito, por su parte a «Tyson» Alfonso lo liberaron en un año y medio, ya que en la cárcel hacen cursos y por ello le redujeron la pena. Son cuestiones que pasan por un juicio, cumplen la condena y se termina, mientras que los familiares de las victimas siguen sufriendo por sus ausencias.