El Ingeniero Agrónomo Sergio Faccioli de la empresa Agrosurco advirtió sobre el preocupante panorama que se avecina con la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), un insecto que causará pérdidas significativas en la producción de maíz debido a la transmisión de un complejo de enfermedades.
«La chicharrita genera un impacto devastador en las plantas de maíz. Las infecta con virus que hacen que la planta se cierre y adquiera un tono rojizo,» explicó Faccioli. Este insecto, cuya única planta hospedante es el maíz, completa su ciclo vital exclusivamente en este cultivo, lo que amplifica su potencial destructivo.
Faccioli recordó que hace 12 años se identificó por primera vez el problema en Santiago del Estero. Sin embargo, en los últimos cuatro años, la situación ha empeorado significativamente, alcanzando niveles nunca antes vistos. Entre los factores que contribuyen a esta expansión están el crecimiento poblacional de la plaga, tres años de sequía, inviernos suaves con pocas heladas y la siembra de maíz en distintas fechas, lo cual proporciona alimento constante a la chicharrita.
«La plaga se ha extendido por las zonas de Tucumán, Salta, Chaco y Santa Fe. Con la ayuda del viento, puede desplazarse hasta 20 kilómetros,» añadió Faccioli.
Las repercusiones económicas por la pérdida en la cosecha de maíz serán devastadoras, afectando no solo a la exportación sino también a la producción de alimento para animales. «En algunas áreas, las pérdidas oscilan entre el 50% y el 100%. En nuestra zona, estimamos una pérdida del 45%, pero hay lugares que enfrentarán el 100% de pérdida, lo cual es muy grave,» compartió el ingeniero.
Medidas de Control
Faccioli subrayó la necesidad de tomar medidas efectivas para controlar la plaga. «La chicharrita puede vivir tres meses sin alimentarse, por lo que necesitamos un invierno húmedo y frío para reducir su población, algo que no podemos controlar. Sin embargo, sí podemos manejar el control del maíz ‘guacho’, eliminando los restos de cultivos para evitar que la chicharrita se reproduzca».
Además, destacó la importancia de elegir bien los híbridos de maíz a sembrar, ya que algunos son más resistentes que otros. «Los tratamientos químicos solo aportan un 10% en el control de la plaga. Primero debemos controlar el maíz ‘guacho’ y luego considerar el uso de insecticidas», explicó Faccioli.
El equipo de Agrosurco está capacitado para ofrecer el mejor asesoramiento y apoyo ante esta problemática, trabajando activamente para minimizar el impacto de la chicharrita en la producción de maíz.