La Importancia de la Donación de Órganos desde la mirada de un padre…
Mariano Regonat, padre de Lorenzo «Lolo» Regonat, compartió una emotiva reflexión sobre la importancia de la donación de órganos.
Lorenzo falleció hace unos años debido a una aneurisma, y sus órganos fueron donados, extendiendo la vida de cinco personas.
«El día de la donación de órganos es especial para nosotros, nos recuerda un acontecimiento que marcó un antes y un después en nuestras vidas. La donación que hicimos con Lolito fue dar vida a otras cinco personas. Es todo muy emocionante, más en este mes en el que él cumpliría 10 años. Estamos muy felices por la llegada de Ignacio y porque mejoramos la calidad de vida de cuatro niños», compartió Mariano.
Aunque uno de los receptores falleció posteriormente debido a un episodio de epilepsia, la donación de Lorenzo tuvo un impacto significativo, no solo en las vidas que salvó, sino también en la conciencia de la comunidad. Mariano señaló que la donación pediátrica es escasa, con más de 400 personas en Santa Fe esperando un órgano. «En base a lo que pasó con Lolo, muchos tomaron conciencia en la región. Además, la donación nos ayudó a transitar el duelo», agregó.
Los padres de los niños que recibieron los órganos de Lolo fueron un apoyo crucial para la familia Regonat. «Agradecemos a todos ellos, a los padres de Lunita, de Santiago y de Zaira, a quienes pudimos contactar. Los días oscuros que vivimos con la partida de Lolo fueron difíciles. Se nos fue la luz de nuestras vidas de un segundo para otro. La casa cambió, perdió las risas, todo era silencio. En el momento fue una decisión difícil, pero sostenemos que fue la correcta y ayuda a sanar, a dar vida», expresó Mariano.
La decisión de donar los órganos de Lorenzo no fue fácil. Con su hijo en estado de muerte cerebral, la familia enfrentó una realidad difícil de aceptar. «Los médicos y especialistas nos ayudaron a tomar la correcta decisión. Lo conversamos en familia, con todos los integrantes, y lo decidimos en conjunto. Un punto de inflexión fue que Claudia perdió una compañera de trabajo por falta de una donación. Y lo decidimos, fue muy emotivo, nos emocionamos todos junto a los médicos que nos acompañaban, lloramos todos», recordó Mariano.
En ese momento, Mariano hizo una súplica a Dios: «Yo te lo entrego, Dios, pero quiero que me mandes otro. Gracias a Dios se cumplió, ahora disfrutamos de Ignacio». La familia comprendió plenamente la dimensión de la donación a la semana siguiente, viendo cómo las vidas de otros se encendieron gracias a Lolo.
«Es importante tomar este tipo de decisiones», concluyó Mariano, resaltando la importancia de la donación de órganos y el impacto positivo que puede tener en la vida de muchas personas y familias.