La nafta y el gasoil aumentarán desde este jueves 1 de agosto hasta un 3% promedio. El incremento que aplicarán las refinadoras -YPF, Shell, Axion y Puma- contendrá el traslado al precio final de la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial, del 2%, y una actualización del 1% en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL).
El Gobierno volverá a aplicar una pequeña suba del tributo y diferirá nuevamente la mayor parte del alza prevista en este componente, que tiene un impacto directo en los surtidores. La prioridad del ministro de Economía, Luis Caputo, es apuntalar la desaceleración de la inflación aunque eso implique resignar recaudación, en el marco de una situación fiscal que, sostiene, da margen para recalibrar el ajuste.
“Bajar la inflación es lo más importante ahora. Sería como los meses anteriores, trasladar al surtidor entre 10 y 20 pesos de actualización de impuestos, no más que eso, y recuperar un poco de la devaluación del oficial de forma que el aumento total no sea más que 2% a 3%”, confirmaron fuentes oficiales.
Desde que asumió Javier Milei los combustibles subieron más del 126% promedio, muy por encima de la inflación acumulada.
El incremento está por debajo de la variación del Indice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec esperada por el Gobierno. La proyección oficial es que el IPC arroje 3,7% mensual para julio y que agosto se encuentre por debajo de ese porcentaje, en línea con la intención de llegar al 0% mensual antes de fin de año.
Caputo volverá a diferir, al igual que lo había hecho en mayo, julio y julio, el incremento del ICL que estaba previsto en el decreto 466/2024 para evitar un impacto mayor en la inflación.
Una fuente oficial explicó a este medio que si a principios de este mes se aplicaba la suba del tributo prevista en la norma la nafta aumentaría $135 por litro y el gasoil $87 por litro. Implicaba un salto en surtidores en torno al 15% y 10%, respectivamente, solo por el componente impositivo.