Carla Altamirano, trabajadora social del Hogar «Divino Niño» de Reconquista, ha revelado la grave situación que atraviesa el establecimiento, donde se adeudan cuatro meses de sueldo a las seis personas cuidadoras que allí trabajan.
El hogar, que aloja a nueve niños y adolescentes de entre 11 y 19 años bajo medidas de protección de derechos, ha estado funcionando bajo la administración de la Asociación Civil «Divino Niño». Sin embargo, desde el mes de febrero, la asociación se ha convertido en una «institución fantasma» debido a que no ha renovado su personería jurídica, impidiendo la firma de un convenio de servicio con el Gobierno provincial necesario para recibir los fondos destinados al funcionamiento del hogar y el pago de sueldos.
Un hogar sin recursos suficientes
Altamirano, quien trabaja en el hogar desde hace dos años, expresó su preocupación por la situación de los niños y adolescentes que allí residen. «Las cuidadoras somos su única familia. Hacemos de madre, consejeras, enfermeras, maestras, reciben mucho apoyo. Uno se encariña mucho con ellos, es un entorno difícil, de muchos sentimientos. Se pone el cuerpo y el alma, no es cumplir tareas, requiere todo un ejercicio humano», comentó.
La trabajadora social también señaló que los útiles escolares para este año fueron obtenidos a través de donaciones, y que durante mucho tiempo la comida que recibían los chicos también provenía de donaciones. Aunque recientemente la situación alimentaria ha mejorado, gracias a la compra de mercadería con fondos de origen desconocido, los niños siguen sin tener ropa y calzado adecuado para asistir a la escuela.
Reclamos y engaños
Altamirano relató que, junto con las demás cuidadoras, han reclamado sus sueldos a Clarisa Leguizamón (directora) y Marisa Flores (miembro de la Comisión Directiva) de la asociación, pero solo han recibido excusas y culpas hacia la Provincia. «Comprobamos que todo esto que nos vinieron diciendo todos estos meses fueron engaños. La Asociación Civil nos mantuvo sin cobrar durante estos meses, engañadas… Y otro dato importante es que solamente conocemos a Clarisa y Marisa, a todas las otras personas que forman parte de esta asociación las desconocemos, no sabemos quiénes son», cuestionó.
Incertidumbre y traslado inminente
La situación se ha vuelto insostenible para las cuidadoras y los niños. La delegada de Niñez, Adolescencia y Familia de Reconquista, Cynthia Pellegrini, se reunió con ellas e informó detalladamente sobre la problemática de la asociación. Ante la falta de recursos y la irregularidad administrativa, los niños y adolescentes serán trasladados a la Fundación Ángel de la ciudad, una medida que angustia profundamente a las cuidadoras, quienes han establecido lazos afectivos significativos con los menores.
Llamado a la acción
Carla Altamirano y sus compañeras hacen un llamado urgente a las autoridades provinciales y a la comunidad para que intervengan y encuentren una solución que permita regularizar la situación del hogar y garantizar el bienestar de los niños y adolescentes que allí residen. «Estaba mejorando la situación de la alimentación de los chicos, pero ellos seguían sin tener una zapatilla nueva, sin tener un jean nuevo para la escuela, sin tener la remera para la escuela», concluyó Altamirano.
La situación en el Hogar «Divino Niño» refleja la necesidad de una intervención inmediata y un compromiso serio por parte de las autoridades para asegurar que los derechos de los niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad sean protegidos y que las cuidadoras reciban el pago justo por su dedicación y trabajo esencial.