En la ciudad de Avellaneda, Abraham Galarza, un vecino del barrio Belgrano de Reconquista, se ha convertido en una figura conocida y apreciada por su labor diaria. Desde hace cinco años, recorre los barrios de ambas ciudades vendiendo verduras frescas en su bicicleta, acompañado siempre por su pareja.
«Nos levantamos a las 6 de la mañana a limpiar las verduras, embolsar, cargamos en la bicicleta y luego salimos a recorrer las calles de las dos ciudades», relata Abraham.
Entre los productos que ofrece se encuentran rúcula, acelga y lechuga, vendidas a mil pesos la bolsa, así como calabaza y batata, que le traen desde Los Laureles y otras localidades vecinas. Agricultores como Moschen de Los Laureles y Aldo Raselli de Barros Pazos le venden a buen precio para que pueda mantener su fuente de trabajo.
Las personas de Avellaneda han demostrado ser fieles clientes de Abraham, quien con gratitud expresa: «Las personas de Avellaneda son muy buena gente, siempre me compran. Ya hace 5 años que vendo, la gente me conoce, siempre vendo todo».
Su esfuerzo y constancia le han permitido, incluso, adquirir una moto, un logro que simboliza su dedicación y trabajo duro.
«Se sale adelante, hay que trabajar y ser digno», afirma Abraham, quien no olvida agradecer a todos aquellos que lo apoyan en su labor diaria. «Agradezco a todos los que me ayudan y me compran la verdura, que Dios los bendiga a todos», concluye, dejando en claro que, a través del trabajo honesto, ha encontrado una forma de prosperar y contribuir a su comunidad.