El domingo 15 de diciembre de 2024, una joven de 24 años, identificada como Jésica Fossati, ingresó a la Clínica San Roque de la ciudad de Vera con su bebé recién nacido muerto dentro de una caja.

Al examinar el cuerpo del bebé, los médicos detectaron que presentaba al menos veinte heridas cortantes en el tórax y el cuello, lo que activó inmediatamente el protocolo de alerta y llevó a las autoridades a ser notificadas.

El fiscal de turno, Alejandro Rodríguez, ordenó el resguardo del cuerpo en la morgue para realizar la autopsia y esclarecer la causa de la muerte del bebé. Además, solicitó un allanamiento en la propiedad de Fossati, donde la Policía de Investigaciones incautó tres cuchillos, un teléfono móvil y diversas prendas de interés para la investigación.

Fossati, quien es estudiante de enfermería, quedó internada bajo custodia policial.

La gravedad del hecho podría configurarse como un homicidio calificado por el vínculo, con una pena perpetua en caso de que la joven sea condenada, aunque podrían presentarse atenuantes. Las investigaciones continúan para determinar los motivos que llevaron a la madre a cometer tan grave acto.