Elvira Martínez, vecina del barrio Itatí de Reconquista, celebra toda una vida de tradición en la creación de un pesebre navideño único, lleno de movimiento y significado.

Desde su infancia, Elvira ha mantenido viva la costumbre de preparar el pesebre, pero fue hace 15 años cuando decidió agregarle movimiento transformándolo en un verdadero espectáculo para la comunidad.

«Para mí, la Navidad es todo: vida, unión, familia. Trato de vivirla con amor y de transmitir esos sentimientos a los demás», comenta Elvira, quien además destaca la importancia de mantener los valores de amor, solidaridad, perdón y unión que representan el nacimiento del Niño Dios y la llegada del Espíritu Santo.

Con el paso de los años, ha ido renovando y sumando elementos al pesebre, utilizando materiales reciclables y promoviendo la conciencia ambiental. «Este año agregué pedazos de palma y canastitos de freezer. También tengo ecobotellas para que los visitantes aprendan sobre el cuidado del medioambiente», explica con orgullo.

El pesebre  no solo es un homenaje a la Navidad, sino también una invitación a reflexionar sobre los valores que representan estas fiestas. La música de villancicos acompaña el trabajo de horas que dedica con amor, reflejando en cada detalle el espíritu navideño que busca transmitir a su comunidad.