La Diócesis inicia sus Misiones en el 2025 con diversos grupos en varias localidades.

Horacio Micelli, coordinador de la Pastoral Misionera, informó que ya comenzaron las misiones en la diócesis, un importante evento que lleva la fe a comunidades necesitadas de acompañamiento.

Este año, las actividades misioneras arrancaron antes de fin de año, con un grupo proveniente de Villa Ocampo, que comenzó su labor en Garabato. A este esfuerzo se sumó un grupo de Buenos Aires, de San Isidro, que misionó en Calchaquí, realizando su labor entre el 26 de diciembre y el 5 de enero. El grupo regresó a Buenos Aires luego de compartir con los locales y celebrar el inicio del 2025 con el Padre Javier.

En paralelo, un equipo de la diócesis de Fortín Olmos y otro de la localidad de La Cortada, acompañados por las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, se encuentran trabajando en la provincia de Corrientes. Su misión abarca barrios carenciados, donde estarán hasta el 11 de enero.

También están participando de las misiones en Villa Ana, con el Padre Fabián, mientras que en Villa Guillermina, un grupo de Cáritas visitará la localidad de Los Amores entre el 10 y el 12 de enero.

El Padre Javier, junto con otro grupo de misioneros, viajará a Tartagal para llevar su mensaje hasta el 17 de enero. Por otro lado, la Pastoral Vocacional, bajo la dirección del Padre Gastón, iniciará su jornada misionera hoy, 6 de enero, en Vera y La Gallareta, con actividades previstas hasta el 10 de enero. También se sumarán misioneros en Reconquista, quienes se alojarán en la Casa Nazareth.

El grupo que representa a la diócesis fuera de sus fronteras es el de La Cortada, que se encuentra en la provincia de Corrientes, llevando la palabra y el apoyo a comunidades de esa región.

El objetivo de estas misiones es promover el encuentro y el intercambio de experiencias de fe entre los misioneros y las comunidades. A través de diversas actividades, como celebraciones litúrgicas, encuentros con jóvenes y niños, y la prestación espiritual, los misioneros buscan renovar las esperanzas y fortalecer la fe en aquellos que más lo necesitan, especialmente en estas fechas de reflexión y renovación.

El mes de enero es elegido para estas actividades, ya que la mayoría de los misioneros tienen vacaciones, y las misiones están conformadas por adultos y adultos mayores que aprovechan este tiempo para un descanso lleno de significado y servicio.

El espíritu misionero se ve reflejado en el deseo de compartir la fe y acercarse a quienes aún necesitan acompañamiento en su camino cristiano.