Lega esta fecha y reiteramos las mismas palabras: el recuerdo al querido e inolvidable Profesor Luis «Lobo» Saide, un verdadero héroe de la vida, dejando innumerables enseñanzas entre sus alumnos, amigos y su familia. En un nuevo aniversario de conmemoración a las víctimas de la tragedia del Paraná, familiares y amigos recuerdan a quienes perdieron la vida aquella tarde del 16 de enero de 2010.
Luis Saide (56) ha realizado numerosas actividades deportivas y educativas en su comunidad, entre ellos, director de la Escuela de Natación del Club Atlético Adelante de Reconquista, donde se desempeñó como entrenador de natación de adolescentes y jóvenes de entre 13 y 25 años y quien desde 1992 participó en eventos deportivos acompañando a sus nadadores y a sus padres en mar abierto, competencias en diferentes campeonatos, tanto en el campeonato de Santa Fe como en Corrientes y Misiones.
Desde aquel 2010, cada 16 de enero se transformó en un día triste para la sociedad posadeña. Aquel sábado, del que hoy se cumplen quince años, se produjo la mayor tragedia del deporte misionero cuando, durante la 80ª edición del Cruce del Paraná, una tradicional competencia de natación que unía las costas de Posadas y Encarnación, ocho personas perdieron la vida en un trágico accidente.
Al menos 40 personas, entre nadadores y remeros, que partieron del club Pacú Cuá de Encarnación, fueron arrastradas por la corriente hacia unas de las barcazas que estaban ancladas en aguas del vecino país y esa combinación fue fatal. Entre la desesperación y tratar de ayudar a otros, perdieron la vida , Fernando Solé Mases (12), Nicolás Levequi (14), Sebastián Ruzecki (19), Mauro Bacigalupi (28), Víctor Sessa (36), Luis Saide (56), Manuel Leiva (57) y Eugenio Raúl Seró (59).
La largada del evento se hizo del lado paraguayo, desde el club Pacú Cuá. Desde ahí los nadadores debían atravesar el Paraná hasta la Costanera de Posadas. Pero la falta de previsión de los organizadores les impidió ver que sobre las aguas del caudaloso río flotaba una amenaza para la actividad. A la vista de todos permanecían ancladas sobre el canal, aguas abajo del punto de partida, algunas barcazas. Eran navíos que se usaban para transportar la soja paraguaya al puerto de Rosario.
A pesar de que las embarcaciones estaban muy cerca, la organización dio la orden de largada pasadas las 10. En esos minutos, algunos nadadores pudieron cruzar el canal, pero a otros la corriente los terminó empujando contra una de las barcazas. Situación que convirtió esta tradicional competencia en una tragedia.
En total fueron 40 personas, entre nadadores y remeros, que no pudieron evitar ser arrastrados. Algunos lograron pasar por el costado del barco pero otros quedaron atrapados debajo del casco. Ocho de ellos no volvieron a salir con vida de las aguas del Paraná.
La búsqueda de las personas desaparecidas comenzó de inmediato y hasta febrero se vivieron momentos de angustia, desesperación y desazón. En lanchas y kayaks, familiares, amigos, Prefectura Naval y todos los que se involucraron en la tragedia, buscaron a sus seres queridos, manteniendo la esperanza de encontrarlos con vida.
El profe Luis «Lobo» Saide, de 56 años, oriundo de Reconquista, Santa Fe, se ahogó y su cuerpo fue recuperado horas después. Al día siguiente encontraron sin vida a Víctor Sessa (36) y Fernando Solé Mases (12), que estaban a 15 kilómetros río abajo. El lunes 18 de enero encontraron el cuerpo de Sebastián Ruzecki (19), 4 kilómetros aguas abajo de donde estaban las barcazas. Al joven lo halló un barco arenero.
Un día después los equipos de búsqueda encontraron el cuerpo de Nicolás Levequi (14) , que era acompañante de un nadador. Cuatro días después, a 25 kilómetros del lugar de la tragedia, encontraron el cuerpo de Eugenio Raúl Seró (59), que era profesor y nadador. Según sus familiares, Seró había decidido que ese iba a ser el último cruce del Paraná en su carrera profesional.
Luego de arduas búsquedas y días de no tener novedades sobre otro nadador desaparecido, el 27 de enero encontraron el cuerpo de Mauro Bacigalupi (28), en la zona de islas ubicadas frente al Club Pirá Pytá. Finalmente, el 5 de febrero culminó la búsqueda cuando encontraron el cuerpo de Manuel Leiva (57). Los rescatistas lo encontraron en una zona cercana al lugar en donde estaba Mauro Bacigalupi.