“El artista debe ser un cronista de su época, por eso considero que Miguel Angel Morelli merecía este reconocimiento que estaba previsto, aún antes de su muerte”, dijo el destacado artista plástico verense.
Alcaráz contó que el cuadro estaba previsto desde mucho antes, como parte de una obra solicitada para homenajear a la ciudad de Vera y ahí se fueron disparando distintas alternativas acerca de la identidad local, su acervo cultural y sus personajes más representativos.
Le llama la atención que “mis familiares que no son de Vera se sientan movilizados por la imagen de Miguel Angel Morelli en detalles que sus propios coterráneos desconocen”.
“Mi suegra, que no es verense, fue quien me dio la noticia de su fallecimiento, admira profundamente a Miguel y le encantan sus canciones, especialmente aquella que puso a Vera en el contexto universal, porque por más escenarios que pise siempre hay un verense que se la pide”, agregó.
“Llama la atención que Vera sea tan seductora que logró tener una canción propio tan sentida y que refleje tanto como no la tiene ninguna otra ciudad, con el agregado que fue también la que inspiró este cuadro cuya imagen se basa en la tercera estrofa, donde cuenta que en el vientre de los montes, fue creciendo mi emoción, fui jilguero con el alba y crespín en la oración…”
“Por eso aparecen los dos pájaros en una escenografía de monte con el sol del amanecer, todo producto de una investigación dado que la flora y la variedad de los pájaros son muy particulares en la cuña boscosa”, aclara.
En cuanto al futuro del cuadro, no está definido, pude formar parte de la muestra que mencionó, participar de una exposición y hasta ponerlo a la venta.
El tiempo invertido fue de aproximadamente 15 horas en varias jornadas que comenzaron el mismo día de su fallecimiento y está satisfecho por el trabajo realizado porque considera que refleja acabadamente lo que dice su canción.
Fuente: Letyana Press