El último sábado 22 en la Usina del Arte, en el barrio de La Boca, en la ciudad de Buenos Aires, se desarrolló el primer homenaje a Ernesto Montiel. El evento, organizado por Jorge Suligoy, con el apoyo del Gobierno de la Provincia de Corrientes en común acuerdo con el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, se realizó esa jornada de reencuentro para músicos, amigos y admiradores del Señor del Acordeón.

Desde Radio Amanecer recordamos también a nuestro compañero Francisco «Pancho» Mohando quien en sus inicios musicales compartió gratos momentos con Ernesto Montiel.

Compartimos del rico archivo de fotos del recordado «Pancho» junto a Montiel.

Desde las 14 comenzaron a desfilar algunos artistas como Jorge Suligoy con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de la Prefectura Naval Argentina, José Echeverría, Las Damas del Litoral, Héctor Ballario, Enzo Galván, Martín Lubezni, Rudi Flores, Juan Manuel Silveyra, Renato Fagundez, entre tantos otros.

Esto fue una proyección de artistas de gran nivel, que enaltece el género musical, además del trato del lugar por parte del personal de la Usina del Arte, como así también del público que permaneció sentado expectante por tan maravilloso espectáculo.

Se estima que más de 800 personas acudieron al evento, por los que se retiraban después del lugar, más los turistas y provincianos pedían ser partícipes de la fiesta.

Se hicieron presentes algunos invitados especiales como Cacho Espíndola, Gustavo Miqueri, Loncho Insaurralde, Mario Prieto Linares, Julio Martínez Riera, Iris Mabel, Honorio Serpa, Daniel Franich, entre otros.

Los conjuntos chamameceros fueron muy respetuosos a la hora de realizar un buen repertorio. Casi no se repitieron los mismos temas. Cada uno se comprometió en la búsqueda de otros autores que el Señor del Acordeón registrara en el surco del disco.

Además de ser exhibido el festival en algunas pantallas del edificio de la Usina, en otros monitores se exhibieron fotos inéditas del álbum de la familia Montiel, además de las tapas de los discos de Ernesto Montiel.

Juan Montiel, en diálogo con República de Corrientes y con Radio Amanecer, brindó su mayor elogio a Jorge Suligoy ya que fue la persona que armó este evento. «Este es un homenaje a nuestro ídolo mayor, nuestro tío y pariente. Es un espectáculo nunca visto en Buenos Aires y en el país.

Es un lugar espléndido con todos los músicos más importantes del género montielero. Es la primera vez y acá va a continuar. El salón está lleno y estamos contentos. Un saludo a todos los montieleros que no pudieron venir, pero los esperamos en la próxima edición», finalizó.

El acordeonista Renato Fagúndes se lució con su presentación y minutos después habló con República de Corrientes: «Como montielero es un doble honor participar de esta fiesta, además, de ser chamamecero. Porque los montieleros somos una rama dentro de esa extensa cantidad de expresiones en el chamamé.

En mi caso que vengo de la misma región geográfica que Ernesto Montiel, de esa frontera del río Uruguay, nomás que nací en las barrancas brasileñas, siento un deber musical moral, de mantener el repertorio del maestro, además de aportar algunas obras personales a ese estilo.

Hoy preparamos un repertorio un poco mixto. Trayendo un tema de rescate, como fue La trinchera de Los Toledo, quisimos traer la figura de Tito Bonpland que fue uno de los últimos caudillos en la zona de Paso de los Libres quien fuera que motivó a Ernesto Montiel, dejar su pago natal y emprender su vida en Buenos Aires. Después se hicieron amigos a punto de dedicarle un chamamé.

Hicimos algunas cosas nuestras como Uruguaina, además de una canción con Antonio Tarragó Ros y el cierre con el tema que me identifico y trato de traer la región de donde soy que es General Madariaga.

Veo un movimiento muy grande y al ser la primera vez está teniendo un éxito asegurado y ruego que sirva como alicerce para proyectar las futuras ediciones porque es muy importante que haya muchos espacios de chamamé en el Litoral, pero si en las grandes capitales, porque hay muchos chamameceros en todas partes de Argentina. Se observa en las redes sociales. En Buenos Aires debe haber más eventos chamameceros genuinamente como el que vivimos hoy», comentó.

Además agregó que «Ernesto Montiel creó algo inmortal, pese a que es un determinado artista, pero tiene mucha influencia al respecto. No olvidemos que Montiel fue un gran agente cultural, se preocupaba en todos los aspectos. Desde la ropa al contenido de las canciones. Los títulos reflejan las tradiciones de donde él venía. Y esa fue su bandera mayor creo yo para nosotros que apreciamos su arte.

Fue un adelantado teniendo un compás de chamamé con algunos matices brasileños, avalado por Raúl Barboza y Monchito Merlo, gente que lo conoció. En la estructura melódica, como armar su cuarteto yo digo que tenía un poder de síntesis de la orquestación. Lo que duraba una música clásica, que dura más de diez minutos, él hacía en dos minutos y pico un chamamé lleno de variaciones con una riqueza melódica infinita».

Además de figuras que enaltecen la figura del Señor del Acordeón, se hizo presente Juan Galarza, exintegrante del Cuarteto Santa Ana, que actualmente acompaña a Martín Lubezni.

En diálogo con este medio dijo lo siguiente: «Estoy muy feliz de compartir este momento tan lindo para nosotros. Para recordar al viejo como le decíamos nosotros.

No le gustaba, pero estoy muy contento de participar en este evento junto a mis compañeros. De a poco les inculqué a Martín Lubezni y todos los muchachos, ellos son entrerrianos, y tenía debilidad por ellos. Estas cosas no se les puede brindar todos los días».

«De Ernesto recuerdo muchas cosas, tendríamos días para hablar con él. Desde los ensayos, cuando salíamos, íbamos de gira, muchas cosas satisfactorias tuvimos con él junto a mi hermano y Lidio Reyes. Hemos pasado dos años y medio hasta que se enfermó. Fuimos casi los últimos integrantes de Ernesto Montiel. Luego vino Josecito Ramírez y después Ernesto falleció».

Para finaliza aseguró que «las cosas de Montiel no tienen paragón. Los separás a Coco Montiel, Isaco y Tarragó y como esta gente no va a haber. Blasito está esperando su lugarcito. Fue siempre grande y el único que quedó. Luchó en igualdad de condiciones porque la época que agarró Blas fue cuando aparecieron nuevas modas en el chamamé.

Blasito luchó para que lo tradicional del género no se pierda. Con mi hermano Roberto hemos llegado a los 80 y seguimos luchando para que se siga escuchando el buen chamamé».

Desde la ciudad de Corrientes llegó Cachito Espíndola. Una trayectoria intachable de esta figura que dejó su testimonio: «Este tipo de eventos es muy importante y recordar al maestro lo tiene más que merecido, por todo lo que hizo en su vida musical para nuestra música.

Tuve la suerte de haber integrado ese cuarteto Santa Ana al lado del maestro y haber realizado varias grabaciones con él. Estuve cuatro años integrando el grupo con él. Como uno de los últimos cantores de Ernesto Montiel, es todo un gusto estar en un evento de esta naturaleza», finalizó.

Como maestros de ceremonias estuvieron Pablito Indabera, Mary Isabel Delbón, Miriam Fleitas, Marcelo Núñez y Marcelo Iribarne. El locutor y presentador de la Tv Pública dialogó con República de Corrientes y expresó lo siguiente: «Estoy muy agradecido por el convite.

Soy un ferviente difusor de la actividad de quienes custodian la memoria de Ernesto Montiel. Sé que hay unos soldados de la causa montielera y esto no se hace así muy simplemente. Lleva mucho tiempo, mucha organizar. Evocar la figura del Señor del Acordeón es un acto plausible de donde se lo mire. No olvidarnos rescatar su obra, su figura para las nuevas generaciones.

Es fácil olvidar a una persona que hace 50 años no está viva y hace más de ciento y pico que nació. Dejó un legado importantísimo que los chamameceros aún conservan en su corazón, en sus oídos y algunos, quizás, en su retina. Hay gente nueva a la cual hay que contarle las cosas, entonces es muy importante que esto suceda. Más que nada para todos aquellos que estamos interesados en seguir aprendiendo y conociendo para difundir».

La Boca, un lugar especial

Martín Lubezni es un bonaerense digno defensor de la estirpe dimottera. Al ser convocado al evento habló con República de Corrientes y contó: «Estoy muy contento, es una responsabilidad muy grande la de estar en este homenaje a Ernesto Montiel. Por estar en este escenario de la Usina del Arte, porque el chamamé se merece estos lugares.

La casualidad es que a unos metros está el lugar donde nació el Cuarteto Santa Ana en Salón Verdi de La Boca, junto con un montón de conjuntos musicales de la historia del chamamé. A escasos metros, la redacción de la revista Iberá que fue el modo de marketing, donde nació una idea de Montiel y Pedro Mendoza para publicitar el cuarteto y el baile dónde lo realizaban. Esta zona del puerto de La Boca estaba lleno de provincianos, era la década del 30 y 40, y los bailes eran multitudinarios.

El cuarteto organizaba bailes en cuatro lugares: el Salón Verdi de La Boca, en Constitución; en la Sociedad italiana, una peña a la que llamaban un Rincón de Corrientes; el salón de bomberos voluntarios de La Boca y en el Salón Yugoslavo de Dock Sud. Hoy en el 2025, los cuatros lugares están en pie exactamente con el escenario como hace 80 años atrás», explicó.

José Echeverría, acordeonista nacido en la provincia de Santa Fe, quien también tuvo su presentación y dijo lo siguiente: «Es muy reconfortable participar de este evento. Hice algunos temas en el repertorio, como el caso de El repecho, que es Montiel puro, Machagai Orilla, que es para la gente del Chaco, Troteando y una obra de Héctor Ballario, Para mi tierra y su gente. Para finalizar hicimos Nuestros padres, un tema que hice con Sergio Arzamendia.

La provincia de Santa Fe tiene una conexión con la música de Ernesto Montiel. Se le hizo un tema para los Hermanos Maglier, Pasando por Villa Ocampo, y quedó mucha gente montielera. Ojalá se hagan este tipo de eventos de todos los estilos. Esto es una cosa más especial, fue muy logrado por Jorge Suligoy y familia, está muy lindo».

Continuar con el prestigio

Ernestito Montiel que estuvo a cargo del cierre del evento junto a su padre Juan dialogó con República de Corrientes: «Estamos contentos de realizar este evento, en realidad, el que más estuvo trabajando fue Jorge Suligoy quien se puso la camiseta montielera. Nunca se le hizo un homenaje de esta dimensión a Ernesto Montiel en Buenos Aires y más en la República de La Boca, donde nació Santa Ana. Traer el auto de Montiel es algo hermoso, gracias a Marcelo Rivas Piasentini que es el dueño del automóvil que nos da la llave y nos da toda la libertad. Juntar a los montieleros que somos pocos y que pueda venir gente de otros lados, tanto músicos como amigos.

Vinieron de Paraguay y Brasil. Estamos muy contentos de que continúe vigente la memoria de don Ernesto. Con todo lo bueno ha hecho y es lindo juntarnos, que haya venido Cacho Espíndola. Esperemos que esto tenga su continuidad y poder darle prestigio a nuestro chamamé, además, en este lugar como lo es la Usina del Arte. Estar nosotros acá y ser jóvenes, que estemos disfrutando es lo más lindo que puede pasar», reflexionó.

 

Fuente: Guido Rodríguez, Especial República de Corrientes.