Personal de los Ministerios de Medio Ambiente y de la Producción, con la participación de investigadores de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) liberó este jueves, en zona de campo de Villa Minetti (departamento 9 de Julio), 28 tortugas de tierra. Los ejemplares fueron entregados de manera voluntaria al Centro de Recepción, Rehabilitación y Liberación de Animales Silvestres «Granja La Esmeralda», en la ciudad de Santa Fe, por particulares que las tenían como mascotas.
El subsecretario de Recursos Naturales, Alejandro Larriera, señaló que “la iniciativa surgió como una campaña de concientización de la Asociación Civil Protectora Rosario. Si bien la tenencia de tortugas de tierra ha sido una práctica que históricamente se ha desarrollado en nuestro país, desde hace años tanto para las leyes nacionales como provinciales, se encuentra prohibida”.
Larriera agregó que “la prohibición se refiere a la captura, comercialización y tenencia. Es por ello que muchas personas que poseen estos animales, se inclinan por desprenderse voluntariamente de ellos para que regresen a su hábitat”.
También afirmó que “uno de los inconvenientes de la reintroducción es que en nuestro país existen dos grupos genéticos diferentes de tortugas y antes de retornarlas al hábitat hay que asegurarse de que los animales correspondan a esa bioregión. En este caso, se realizó un análisis mediante técnicas desarrolladas en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL complementadas por estudios desarrollados en Corea. El mismo determinó la existencia de dos grupos de haplotipos correspondiéndose con dos áreas geográficas coincidentes con dos ecoregiones: Chaco (Santa Fe, Chaco y Santiago del Estero) y Monte (San Juan, San Luis y Mendoza). Los ejemplares que no corresponden a esta bioregión serán enviados a San Luis y Mendoza para que allí se concrete la liberación, para lo cual se avanza en convenios con esas provincias”.
Pablo Siroski, de la dirección General de Manejo Sustentable de Fauna, señaló que “previo a la liberación se desarrolló un protocolo sanitario para asegurar el buen estado de salud y la ausencia de enfermedades contagiosas. Al poco tiempo de ser liberadas, ya se constató que algunas comenzaron a alimentarse con la vegetación natural”.
“Tenemos previstos monitoreos mediante los pobladores locales y visitas periódicas a los sitios de liberación para realizar relevamientos sistematizados. Esto permitirá el conocimiento de la especie en poblaciones naturales, la formación de recursos humanos y trabajos científicos”, agregó.
“Tomando como base el buen resultado de esta experiencia, se planea para el próximo año un procedimiento similar, convocando a los interesados en participar de este programa de devolución voluntaria”, concluyó Siroski.
Durante la actividad, también se repartieron afiches con información de la especie y se acordó la realización de diferentes charlas destinadas a jardines de infantes, escuelas, empleados de la administración pública y población en general.
TORTUGA ARGENTINA
La chelonoidis chilensis se distribuye desde la región del Gran Chaco -en Bolivia, Paraguay y Argentina- hasta el norte de la Patagonia. Su distribución está limitada principalmente por la temperatura promedio anual, la amplitud térmica, la temperatura máxima y las precipitaciones estivales. Aunque está categorizada en el Apéndice II de CITES y clasificada como vulnerable en la Lista Roja de Especies Amenazadas de IUCN, es comercializada ilegalmente como mascota en Argentina.