La ciudad encontró una solución natural y sostenible para reducir la sobrepoblación de palomas en la Plaza 25 de Mayo. Gracias a un programa de reinserción de aves rapaces impulsado por el municipio mediante el guardafauna Ricardo “Bocha” Magnago, se logró un equilibrio en el ecosistema urbano que también impacta en la disminución de ratas.

El proyecto consistió en la crianza y adaptación de caranchos, lechuzas y búhos, a los que se les colocaron cajas nido en distintos puntos estratégicos. Una vez desarrollados, estos ejemplares fueron liberados en el entorno de la plaza, donde adoptaron el lugar como hábitat y comenzaron a regular de manera natural la población de palomas y roedores.

“Con paciencia y seguimiento, criamos las aves y luego ellas mismas se integran al ambiente urbano. No inventamos nada, simplemente seguimos un modelo biológico probado, que permite que la fauna se adapte y se regule sola”, explicó Magnago.

De esta manera, Reconquista se convierte en un ejemplo de cómo el uso de controladores biológicos puede contribuir al cuidado de los espacios públicos, sin necesidad de métodos invasivos ni químicos.