El 1º de julio la vieron por última vez. La familia se reúne con Baclini para reclamar avances en la investigación.
“Viva te queremos”, es el reclamo que el primer día de cada mes hacen familiares, amigos y vecinos de Rosalía Jara, en Fortín Olmos, en el norte provincial. La joven de 18 años está desaparecida hace cuatro meses y un profesor de educación física de 37 años está detenido e imputado por el delito de “sustracción y retención para coaccionar”, mientras que la Fiscalía espera pruebas para determinar si dos policías y civiles deben ser acusados por encubrimiento. Otra prueba determinante será el resultado de ADN que arroje un mechón de 112 cabellos hallado en un nido de caranchos, en la zona, que está siendo analizado en el Instituto Médico Legal de Rosario. La familia, los querellantes y una comisión de la Cámara de Diputados se reúnen pasado mañana con el fiscal general Jorge Baclini; mientras que esperan un encuentro con el gobernador Miguel Lifschitz, a su vuelta de Nueva York.
“Seguimos preguntándonos ¿Dónde estás? ¿Qué pasó contigo? ¿Te llevaron? ¿Por qué? ¿Te lastimaron? ¿Dormís? ¿Comes?”, son algunas de las incógnitas que surgen del seno familiar de la joven que dejó una nena de dos años a cargo de su mamá. Las frases desgarradoras se ven en publicaciones de Facebook, que reclaman la aparición de la joven.
El pueblo de 3 mil habitantes permanece conmocionado por la desaparición de Rosalía. La realidad de la chica es similar a la de otras madres adolescentes de la zona, donde el Estado aparece con algunas políticas públicas, que todavía son insuficientes en lo social. La diputada provincial del partido SI, Alicia Gutiérrez, junto con la comisión de Derechos y Garantías de la Cámara baja, sigue el caso de cerca. “En el norte provincial se avanzó con obras y derechos a la salud y la educación, con la doble escolaridad; pero falta mucho en el cambio cultural, porque las chicas jóvenes son realmente vulneradas en sus derechos y muchas veces para poder subsistir recurren a cuestiones como la prostitución, y hay adultos que consumen prostitución infantil. Es un delito”, señaló la legisladora.
La denuncia de Liliana Jara, la madre de la joven, indica que fue vista por última vez alrededor de las 22.30 del 1º de julio, saliendo de un bar del pueblo. De allí se dirigió caminando hasta una garita, sobre la ruta 83S de Fortín Olmos, a 326 kilómetros al norte de Santa Fe. Tanto su DNI como el resto de su documentación y dinero quedaron en la casa donde vivía con su madre, sus hermanos y su nena de dos años; lo que hace pensar a la familia que no tenía pensado irse.
En la causa está preso Juan Valdez, el docente con quien la chica mantenía una relación, y a quien le habría reclamado que reconozca la paternidad de su hija, según la teoría de la Fiscalía. En el auto del acusado se hallaron rastros de la chica y hay varias llamadas entre ambos poco antes de la desaparición.
La Fiscalía también tiene sospechas de la connivencia de al menos dos policías, un médico y un hombre que es amigo del imputado y hermano del presidente comunal Miguel Acevedo. Durante la investigación, se hicieron allanamientos y se secuestraron teléfonos celulares y computadoras del personal policial y los civiles. Al estar sospechados agentes de la fuerza provincial es Gendarmería quien está analizando esa información, pero todavía no hay datos sobre el posible delito de encubrimiento. ·Entendemos que antes de que Valdez fuera detenido alguien tomó conocimiento y le avisó. Sospechamos de ese círculo, por eso cuando se le secuestra el teléfono a Valdez no pudimos encontrar mensajes: había reseteado el teléfono”, detalló a Rosario/12 el fiscal Gustavo Latorre.
De los elementos de electrónica secuestrados a Valdez, se analizan más de 513 mil archivos de todo su grupo familiar (esposa, hijos y suegra). Otro elemento de vital importancia para la Fiscalía es el resultado del análisis genético de un mechón de cabello que encontró un peón de campo en un nido de carancho. “Esos cabellos son humanos y se esperan los resultados de ADN que se están comparando con ADN de la hija de Rosalía, en el laboratorio genético de Rosario. Sería importante determinar que son de la chica porque se delimitaría la zona de búsqueda de un lugar inmenso”, dijo el fiscal.
Sobre Valdez, el fiscal recordó que no declaró, ni siquiera para negar el hecho o armar una coartada de defensa. “Es decir, nunca negó haber estado en el lugar que se sospecha, ni dijo haber estado con otra persona”, expresó. La hipótesis de Fiscalía tiene que ver con que los días previos al hecho “hubo muchas llamadas entre ellos; primero de Rosalía hacia él, y luego esto se invierte y son todas llamadas de él hacia ella, incluso una de las comunicaciones coincide con el horario en que se la ve salir a Rosalía del bar”.
En su declaración como testigo -antes de ser apresado-, el acusado reconoció haber tenido una relación extramatrimonial con Rosalía, pero negó haber estado con ella la noche de la desaparición. Sobre el posible móvil del hecho, la Fiscalía sostiene: “Hay una nena de dos años de edad. De acuerdo a lo que tenemos entendido, Rosalía le estaba reclamando la paternidad a Valdez, porque primero se había hecho cargo otra persona que convivía con la chica, pero luego se separaron y comenzó este reclamo. La gente del lugar habla de esa paternidad. Creemos que ésa es la conexión”.
Fuente – Página 12