Nuevamente el mundo ruralista verense hizo pública a través de un abogado una serie de acusaciones y adjetivaciones con motivo del sonado caso de los campesinos desalojados en julio pasado del campo que trabajan hace décadas en la ruta 13, Dto 9 de Julio. Calificativos injuriosos como “usurpación”, “maleantes”, “malhechores”, “Bordón y su banda”, “peligrosidad a la paz social”, etc, forman parte del texto.
Como recordamos, en aquel mes, miembros de la familia Clavero fueron desalojados por “supuesta usurpación” y torturados por miembros de la Guardia Rural Los Pumas y PDI 9 de Julio, en un accionar muy confuso de la Justicia de Tostado y Rafaela, con rara “habilitación” de la feria judicial de invierno. Nunca se concretó lo que por norma jurídica se establece: la audiencia imputativa, para que se los acusara. Suceso de violencia institucional que tuvo mucha trascendencia.
A partir de aquel hecho, una firma ubicada en el Partido de Tigre (BsAs) denominada “Rio Limpio S.A.” se hace cargo ilegalmente y se instala en el predio con retroexcavadora, casillas, animales, etc, mientras destruían el hábitat de los Clavero y sus bienes.
¿Qué pasó?
En los últimos días la familia encabezada por German Horacio Clavero, con el asesoramiento del compañero abogado Iván Bordón, volvieron nuevamente a sus tierras solicitando el retiro del lugar a los empleados de la firma, que encabeza un “empresario pecuario” llamado Rubén Ucherof, y que ocupaba transitoriamente el campo ubicado geográficamente cerca de El Guanagán, ante la furia del ruralismo verense por este desenlace y el vacío decidido por la Fiscal adjunta de Tostado Dra Sonia Bustos. Nunca aparecieron las “baterías de pruebas” que manifestaba, por medios de comunicación, tener la funcionaria. Por lo tanto aquel desalojo y torturas encarados por el comisario Gustavo Mendoza, Máximo Vidolini y Lucas Bay de Los Pumas, entre otros, no tenía validez judicial. Toda una historia truculenta para golpear a los que menos tienen, echándolos a la vera del camino.
El retorno al campo de los Clavero sumó la solidaridad de los pequeños productores de la zona hacia ellos.
Mientras la Guardia Rural hace un minucioso monitoreo de quienes transitan por la ruta en cercanías del lugar, por orden de la superioridad (el director Luis Magaz, su jefe) y el lobby ganadero. Y observan y observan.
Fuente y foto – Asociación Norte Amplio por los Derechos Humanos