Ya estamos viviendo la preparación a la Semana Santa. En cada templo o capilla de nuestra Diócesis de Reconquista se están llevando a cabo las confesiones.
Miles de católicos de todas las edades se acercan al sacerdote para pedirle a Dios que perdone las faltas que hemos cometido. Siempre el pecado es una ofensa a Dios y al prójimo.-
El sacerdote, como mediador entre Dios y los hombres absuelve al penitente y lo invita a que no vuelva a pecar. De esta manera, la persona queda en condiciones de recibir la Eucaristía.
EL PAPA FRANCISCO Y LA EUCARISTIA.
Este 21 de marzo en el continente europeo comenzó la Primavera. En su habitual catequesis de los miércoles el Papa hizo mención a esta época primaveral y luego habló de la Eucaristía: Esto dijo
«De hecho -subrayó el Papa-, el gesto de Jesús, que ofrece a sus discípulos su cuerpo y sangre en la Última Cena, continúa hoy a través del ministerio de sacerdotes y diáconos, con la distribución del pan de la vida y el cáliz de la salvación».
Porque tomar el cuerpo y la sangre de Cristo «nos invita a un examen de conciencia». De un lado, «la distancia que nos separa de la santidad de Cristo». Del otro, «creemos que su sangre viene para la remisión de los pecados. Porque todos nosotros somos perdonados en el bautismo. Y todos somos perdonados cada vez que nos acercamos al sacramento de la penitencia».
«No lo olvidéis: Jesús perdona siempre. Jesús no se cansa de perdonar. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir el perdón», recordó Francisco, quien insistió en que «cuando caminamos hacia el altar para recibir la comunión, es Cristo quien viene al encuentro. ¡La Eucaristía es un encuentro con Jesús!».
«Nutrirse de la Eucaristía significa dejarse cambiar por lo que recibimos, convertirnos en él».
«Cada vez que tomamos la comunión, nos transformamos un poco en Jesús (…). Como el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre del Señor, nosotros somos transformados en Eucaristía viviente». RECIBIR LA
RECIBIR LA EUCARISTIA EN LA MANO O EN LA BOCA?
En los últimos tiempos algunos grupos en la Iglesia quieren instalar el tema de volver a la forma de comulgar distribuyendo la Euaristía en la boca.
En Argentina y en nuestra diócesis hace varias décadas que la decisión la tiene cada persona, es decir, recibe la Hostia Consagrada en la mano o en la boca. Esto también lo recordó el Papa Francisco en su catequesis:
«La Iglesia desea vivamente que los fieles reciban el cuerpo del Señor, con hostia consagrada en la misma mesa, como signo del banquete eucarístico», «si se puede, con las dos especies,( pan y vino) sabiendo que la doctrina católica enseña que en una sola especie se recibe el Cristo entero».
«Recibiendo el sacramento en boca, o en la mano, como prefiramos» e invitó a que, «tras la comunión, nos ayude el silencio, «prolongando el momento de silencio hablando con Jesús desde el corazón».
«La Eucaristía nos hace fuertes, para dar frutos, flores de buenas obras, para vivir como cristianos” concluyó el Papa.