La Fiscal Federal de Reconquista, Viviana Bruno, que investiga el caso, consideró que el accionar de Colombi encuadra en el delito de obstrucción a la Justicia. El mercedeño criticó al periodismo y se victimizó diciendo que sufre “operaciones de prensa” promovidas por los servicios de inteligencia.
La Procuradora Federal, Viviana Bruno, evalúa acusarlo de dos delitos. El Gobernador respaldó a la fuerza con un acto y criticó al periodismo.
“Depuraciones”, así calificó el gobernador, Ricardo Horacio Colombi, a la delicada situación de la Policía de Corrientes, entre los recambios en comisarías del interior, la detención del comisario de Itatí y el hallazgo de marihuana (y papel para fumarla en el destacamento) durante el operativo Sapucay, hace dos semanas. También afirmó: “Diez veces voy a volver a hacer lo que hice en Goya”, aludiendo a su intromisión en un procedimiento antinarcóticos.
Ayer a la mañana, durante un acto en la costanera, el mandatario respaldó a la fuerza provincial y a su jefe, el comisario general Eduardo Acosta. Horas después se filtraron imágenes de un escrito que hace 21 días recibió Acosta, con firma del fiscal de instrucción de Mercedes, Andrés Aurelio Casarubia, en el que informa que agente acusó a otros de recibir dinero de un vendedor de drogas. Justo: uno de los “depurados” es el jefe de la comisaría 1ª de Mercedes (y custodio de la casa natal de Colombi): Marcos Daniel Toledo.
Con las elecciones en el horizonte y sin candidato definido, Colombi ensayó un despliegue de “seguridad” para demostrar que “Corrientes no es una provincia narco e Itatí no vive de la droga”. Esa “seguridad” se traduce en 40 camionetas (Ford Ranger y Toyota Hillux) y 100 motocicletas Yamaha 250. Además de la incorporación de 180 cabos a los que instó a “honrar la profesión y el uniforme”. “Más allá de algunas depuraciones el Gobierno debe respaldar políticamente a los hombres y mujeres que integran la Policía de Corrientes”.
Colombi pronunció la frase en un contexto signado por casos de corrupción policial relacionados al narcotráfico y al robo de ganado. Sólo poco después de su enérgica arenga a la tropa el sitio web del periódico local 1588 publicó fotos de un oficio a la Jefatura de Policía, emitido el martes 7 de marzo pasado por el fiscal Casarrubia (también cuestionado por irregularidades en su designación). Casarrubia relata al jefe de policía, Acosta, la acusación que un cabo primero hace al personal de investigaciones (subalternos de Toledo), de recibir coima por parte de un vecino suyo, que es conocido por vender estupefacientes.
Obstrucción
“Hubo una obstrucción porque no se llevó a cabo la labor correctamente. A las 10 u 11 de la mañana ellos tenía las requisas hechas y habían hallado el material estupefaciente, pero no podían labrar las actas porque se habían llevado al jefe de droga de Santa Fe, no detenido, sino demorado”. La fiscal federal de Reconquista, Viviana Bruno, opinó que el Gobernador incurrió en el delito de obstrucción a la Justicia. “Y después -acotó en declaraciones a Fm Capital- puede haber incumplimiento de los deberes de funcionario publico; porque, como sabemos, un funcionario tiene más deberes que un ciudadano común y ante situaciones como éstas tienen que actuar de determinada manera”.
Servicios y periodistas
“Son servicios de inteligencia que operan a través de los medios, que agravian, que injurian”, lanzó el gobernador Colombi, en declaraciones a radio Rivadavia. Según informó NA, el mandatario apuntó a “los medios nacionales y a periodistas mercenarios que no tienen la más mínima moral, impulsados por información falsa de ciertos dueños de medios periodísticos de la capital correntina”. Antes del operativo Sapucay Colombi fustigó: “Me importa tres cara… lo que digan los medios nacionales”. Esa opinión negativa se borró de inmediato con el narco escándalo de Itatí (y su salpicadura por acción u omisión). Sin compañía de funcionarios nacionales intentó limpiar su imagen y terminó siendo la irrisión de los programas nocturnos porteños.
Fuente – TN Goya