La firma explicó los términos en que transfirió parte del paquete accionario de la empresa que produce biodiesel y aceite.

El grupo agroexportador Vicentín, que enfrenta suspensión de pagos por una cifra superior a los u$s 350 millones, comunicó esta semana la venta de un porcentaje de sus acciones en la empresa Renova a su socia Glencore. Sin embargo, aclaró que la operación se produjo antes de la comunicación sobre el default y aclaró que el resultado de la transferencia se destinó a pagar deudas comerciales.

Mientras crece el reclamo e la cadena comercial granaria para que la compañía santafesina presente un detalle de la deuda y una propuesta de pago a los proveedores que le vendieron su mercadería, trascendió la transferencia de parte de la participación en una de las empresas más importantes en las que tiene acciones.

Se trata de Renova, la firma que creó junto con Glencore hace más de diez años para construir y operar la planta de biodiesel de San Lorenzo y la de aceite y harina de soja ubicada en Timbúes.

Ambos grupos eran propietarios en un 50 por ciento de Renova. Recientemente, Vicentín le vendió a su socia el 16,67 por ciento, de modo que la multinacional de origen suizo controla ahora el 66,67 por ciento de esa operación.

Vicentín tiene serios problemas de liquidez: recientemente, frenó la operación en tres plantas y se estima que tiene una deuda u$s 350 millones sólo en concepto de mercadería recibida y todavía no pagada. A principios de diciembre, la compañía anunció que reestructuraría pagos y lo justificó en la situación de «estrés financiero» en la que se encontraba.

Comunicado

La firma emitió ayer un comunicado destinado a «proveedores de materias primas (productores y comerciales), compañeros trabajadores, proveedores y entidades financieras» en las que aclaró los términos de la negociación con Glencore.

«Como ha tomado estado público, creemos importante señalar que la venta parcial de nuestra tenencia accionaria en Renova, ha sido el resultado de negociaciones que tuvieron inicio tiempo antes de las circunstancias informadas a la Bolsa de Comercio de Rosario y fue contratada también con anterioridad a nuestro comunicado de fecha 6 de diciembre de 2019», indicó en el texto.

También señaló que el producido de la venta indicada fue aplicado en tal oportunidad a atender obligaciones del giro de la sociedad, «lo que ratifica que el empeño de Vicentín pasa por restablecer su estructura operativa, defender sus activos industriales, sus fuentes de trabajo y honrar sus obligaciones, priorizando la reanudación de nuestro flujo de trabajo con los productores».

En el texto, Vicentín insistió en marcar que «el mantenimiento incólume de su estructura de capital humano e industrial, construida en sus 90 años de existencia, era su prioridad absoluta».

Enfatizó que «la recuperación de su plena operación sólo puede apoyarse en sus activos industriales», que «están intactos y brindan trabajo directa e indirectamente a miles de argentinos».

Su conservación, agregó, es «el presupuesto central de cualquier plan de salida de esta coyuntura».

«No estamos ahorrando esfuerzos para que la superación de esta coyuntura empiece a tener lugar en el más pronto plazo», indicó la compañía.

El directorio de Vicentín explicó que ese plan integral será comunicado a productores e interesados, inmediatamente de terminar su elaboración.

Vicentín tiene serios problemas de liquidez: recientemente, frenó la operación en tres plantas y se estima que tiene una deuda u$s 350 millones sólo en concepto de mercadería recibida y todavía no pagada. A principios de diciembre, la compañía anunció que reestructuraría pagos y lo justificó en la situación «estrés financiero» en la que se encontraba.

El comercio de granos se conmovió en los últimos meses con los problemas para pagar deudas comerciales que enfrentaron grandes empresas del sector. En parte, son consecuencias de la crisis financiera que dejó el macrismo.

 

Fuente – La Capital.com.ar

 

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