El fútbol rural de los pueblos, parajes y colonias agrícolas del departamento General Obligado se fue afianzado a partir de la década de 1930 con el surgimiento de instituciones, casi exclusivamente de balompié, que nacieron para organizar las actividades sociales y deportivas de los pobladores.

 

Foto: Membrete oficial de la Liga Regional Norteña.

Los choques futbolísticos entre clubes de localidades vecinas consistían sencillamente en encuentros amistosos en días de fechas patrias, preferentemente el 25 de mayo y el 9 de julio, donde se ponían en disputa trofeos simbólicos, primando siempre la caballerosidad deportiva y la reunión social que concluía, las más de la veces, con improvisados bailes que estrechaban los vínculos sociales entre las comunidades.

A partir de la década de 1950 las colonias agrícolas tuvieron una explosión económica con la producción de algodón y caña de azúcar, siendo el Club el lugar más importante de encuentro social, deportivo y recreativo para sus socios y aquellos trabajadores golondrinas que llegaban desde otras regiones y provincias para trabajar en el surco. Al mismo momento los clubes comienzan a organizar torneos de tiempo reducido por eliminación directa los días sábado o domingo, ampliando la cantidad de equipos participantes como así también la concurrencia de público en las canchas.

Desde entonces, entre los dirigentes de los clubes rurales que se ubicaban entre las localidades de Avellaneda y Villa Ocampo fue madurando la idea de conformar una institución madre que organice el popular deporte.

Foto: Dirigentes de la Liga al cumplir diez años de actividad.

En el seno de la Comisión Directiva del Club Sportivo Guadalupe Norte (nombre que llevaba por ese entonces), durante una reunión en abril de 1954, se trata un punto sobre los “problemas que afectan la buena marcha del deporte en la actualidad”, y el prosecretario, Nemesio Vénica “propone en conformidad previa con algunos simpatizantes de la Institución para organizar con los clubes vecinos próximamente y sin tardanza un Campeonato Cuadrangular”.

Foto: Nemesio Vénica, dirigente del Club Guadalupe quien propuso organizar el Torneo Cuadrangular.

La moción es aceptada favorablemente por los miembros de la Comisión y “se propone al mismo tiempo consultar a algunos miembros de las siguientes instituciones: Las Garzas, El Sombrerito y Flor de Oro, para fijar fecha para llevar a cabo una reunión en ésta.

De esta manera se trata de evitar los gastos que demandan los repetidos torneos de numerosos clubes en estos últimos años. Se solicitará una reunión para el día 16 de mayo/54.” Libro de Actas N° 1 del Club Sp. Guadalupe Norte. Pág. 30, Acta N° 28 del 24/04/ 1954.

Efectivamente, en esa fecha se reúnen en Guadalupe Norte los delegados de los cuatro clubes de las localidades vecinas con el objetivo de organizar un Torneo Cuadrangular. Para ello nombran una Comisión Organizadora encargada de darle forma al Torneo, constituir una institución directriz, redactar los reglamentos de juego, los estatutos sociales, etc.

Foto: Dirigentes fundadores de la Liga Norteña en un aniversario en Lanteri.

La Comisión quedará constituida de la siguiente forma: Presidente, Emilio L. Masat (Sp. Guadalupe); Secretario, Romualdo Masat (Sp. Guadalupe); Vocales: Antonio F. Nalli y Omar O. Zanone (Atl. Las Garzas); Armando J. Niclis y Máximo Niclis (Atl. Flor de Oro); Fernando Viola y Luis Martínez (Atl. El Sombrerito). Libro de Actas N° 1 de la Liga Regional Norteña de Fútbol. Págs. 3 y 4, Acta N° 1 del 16/04/1954.

Para la segunda reunión la Comisión establece la denominación de la naciente institución como “Liga Regional Norteña de Fútbol” con sede en la localidad de Guadalupe Norte, aprueba los Reglamento, fija los honorarios de los árbitros, sortea el fixture para el Torneo Cuadrangular en sus dos categorías (1era. y 2da.) y otros detalles organizativos del certamen y la institucionalización de la Liga.

El Torneo Cuadrangular se inicia el domingo 27 de junio en las canchas de los clubes Atlético El Sombrerito, donde fue visitante Atlético Las Garzas, y de Sportivo Guadalupe que recibió a su par Atlético Flor de Oro. Los encargados de impartir justicia en los partidos de cada domingo serían ex jugadores y árbitros de la Liga Reconquistense: Andrés Fernández, Eduardo Romero, Ricardo Maglione, Alvecio Guglielmi, Mario Guibert, Ceciliano Jara y Raúl Arrieta.

Para mediados de agosto finalizaba el corto pero reñido certamen de ida y vuelta, resultando campeones: en segunda división, el club Atlético El Sombrerito (invicto), y en primera división, el Sportivo Guadalupe (por gol average), lo que le daba el derecho a éste último de ser sede de un Torneo, llamado “Clausura”, en ambas categoría y durante toda una jornada dispuesto por la Comisión con el fin de recaudar fondos para solventar los gastos de la Liga.

Para la temporada siguiente deciden ampliar la cantidad de clubes participantes incorporando a Sportivo Ceibalito y Atlético Ing. Chanourdié, llegando a ocho instituciones adheridas con la inclusión en 1961 de los clubes Argentino de Lanteri y Los Pampeanos de Siete Provincias.

En forma ininterrumpida la Liga Regional Norteña organizará hasta 1985, en sus dos categorías, el Campeonato oficial y los Torneos “Apertura” y “Clausura”, siendo los siguientes clubes rurales los animadores según el año de afiliación:

1954: Sportivo Guadalupe FBC; Atlético Las Garzas FBC; Atlético Flor de Oro FBC; Atlético El Sombrerito FBC.

1955: Atlético Ingeniero Chanourdié; Sportivo Ceibalito.

1961: Atlético Argentino de Lanteri; Atlético Los Pampeanos (Siete Provincias).

1968: Atlético y Deportivo El Porvenir de Los Lapachos (Ing. Chanourdié).

1969: Atlético Morajú (Ing. Chanourdié).

1977: Unión Oeste (Arroyo Ceibal); Matienzo (Las Garcitas); Barrio Nuevo (Lanteri).

1978: Unión de Campo Ubajó (Ing. Chanourdié).

En más de 30 años de actividad deportiva e institucional numerosas son las historias y anécdotas de jugadores, dirigentes, árbitros y clubes que se pueden contar…

Hacia principios de la década de 1980 la Liga rural independiente entra en una profunda crisis que la conduce a su desaparición en 1986, como consecuencia de que la mayoría de sus clubes abandonan la práctica deportiva por razones económicas o falta de futbolistas y otros se dejan seducir por los Torneos de Ascenso de la Liga Reconquístense o Liga Ocampense, en los que sus dirigentes ven mayor nivel deportivo y la posibilidad de llegar a competir con los principales equipos de Reconquista, Avellaneda, Romang, Villa Ocampo y Las Toscas.

Ésta fue una breve referencia histórica del momento fundacional de la Liga Norteña, sus instituciones y dirigentes, un disparador para otras historias que pueden surgir a partir de la memoria y los documentos que aporten los lectores para la reconstrucción colectiva de la gran historia del fútbol rural.

Profesor David E. Quarin

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