Los padres habían manifestado su preocupación por las pocas jornadas escolares en lo que va del año. Respuesta oficial.
«Esta semana, todas las escuelas están dando clases con normalidad», aseguró la delegada de la Región II del Ministerio de Educación de Santa Fe, Lucía Escobar, respecto de las escuelas rurales del norte santafesino. Con fecha 1º de junio, los padres del Núcleo Rural Secundario de Pozos de los Indios manifestaron, a través de una carta, su preocupación por los días sin clases: «En lo transcurrido del ciclo lectivo nuestros hijos no han tenido más de diez días de clase, por causa de las inclemencias climáticas». Desde Educación desmintieron que sea real ese número de jornadas escolares y afirmaron que está garantizada la continuidad pedagógica.
Según un comunicado de Educación provincial, la delegada de la Región II, con sede en Reconquista, Lucía Escobar, recibe un reporte diario de los supervisores sobre el desarrollo de tareas en las escuelas rurales. Este año hubo más de 150 escuelas afectadas por lluvias intensas, durante varias semanas. «En 23 de ellas registramos entre dos y cinco semanas sin clases tradicionales, lo que hizo poner en marcha las estrategias planeadas para estas ocasiones», contó y agregó para ese texto: «Esta semana, todas las escuelas están dando clases con normalidad».
En el Núcleo Rural Secundario 1312 de Pozo de los Indios, —detalla el comunicado— «se dieron tantos días de clases tradicionales como de propuestas alternativas de trabajo, en lo que va del año». «Ayer volvimos a la escuela después de algunas semanas, y retomamos las actividades con los trabajos que los chicos hicieron en sus casas», dijo Sandra Rodríguez, la directora, quién reunirá a las familias en los próximos días para seguir trabajando juntos.
Los días «no se pierden»
El parte de prensa enviado por Educación provincial incluye explicaciones de Onelia Macía, la coordinadora de educación rural en la Región II (abarca los departamentos de General Obligado, Vera y parte de San Javier) respecto de cómo se dan los aprendizajes en las escuelas rurales: «En la ruralidad los días sin clases no se pierden, porque hay un sistema de trabajo preparado especialmente para que los estudiantes sigan aprendiendo en sus hogares. Hablar de días perdidos es un error, producto del desconocimiento de la enseñanza en contextos rurales, en los que las inclemencias climáticas son un factor que se tiene en cuenta en la planificación misma de las clases. La preparación de materiales de trabajo y el diseño de las estrategias de vinculación que hacen a la continuidad de los aprendizajes es parte intrínseca de la educación rural. La última gran crisis hídrica que recuerdo fue en 1998. Pero entonces nadie hablaba de los días perdidos de clases porque directamente no había escuelas en la ruralidad».
Desde el Ministerio de Educación recuerdan que «desde 2009, el gobierno Santa Fe abrió 130 escuelas secundarias a la zona rural de la provincia, para garantizar el acceso a la educación de miles de jóvenes que no asistían a la secundaria, obligatoria desde 2006».
La semana anterior, padres del Núcleo Rural Nº 1.312 de Pozo de los Indios o Kilómetro 101, localidad del departamento Vera, por medio de una carta expresaron su preocupación a la dirección escolar por los días sin clases. Según explicitan, en lo que va del año lectivo sólo registraron diez jornadas escolares por razones climáticas que vuelven intransitables los caminos y no permiten a los profesores el acceso al pueblo. Además de pedir encontrar alguna solución.
En su edición del martes pasado, La Capital dio cuenta de este pedido de las familias, junto a las declaraciones del secretario de Gestión Territorial Educativa, Federico Paggi. «Hacemos este año lo mismo que el año pasado, venimos acostumbrándonos a la situación. Cuando los docentes no pueden acceder al Núcleo Rural, van a la escuela sede (en este caso queda en Garabato) y trabajan en actividades que se mandan en sobres. Tenemos una red armada localmente con otros actores del medio. Por ejemplo, las carpetas y los sobres (con las actividades para los alumnos) llegan hasta el paraje o localidad a través de gente del Ministerio de Salud, de Protección Civil o a veces de algún productor en su tractor», señaló Paggi a este medio.
Paggi también desmintió a este medio que se hayan dictado solo diez jornadas escolares. Consultado por cuántos eran los días contabilizados, se disculpó de no disponer de la información correspondiente a mano.
Reunión con las familias
También —siempre en el mismo comunicado oficial— la supervisora del departamento Castellanos, Silvia Zerbato, analiza la situación: «Escolarizada en la ciudad, y trabajando en la ciudad, me costó entender la lógica de la enseñanza rural, en la que hasta los tiempos parecen diferentes. La ruralidad se basa en el mecanismo del plurigrado (grupos de estudiantes de distintas edades conviven en la misma clase) y en la interdisciplina, lo que favorece la autonomía de los estudiantes en la apropiación de los conocimientos. Los días de clases que en principio no se dan, se recuperan con una buena selección de contenidos, que llegan a los estudiantes de muchas maneras. Si la escuela está sobre la ruta, el docente llega y los estudiantes son los que suelen faltar; pero si es el docente el que no llega a la escuela, se activan redes en la comunidad», entre los que cuentan caballos o camionetas de los productores o proveedores, tractores de las comunas, camiones de Protección Civil o hasta el helicóptero de la provincia fueron utilizados. Por ejemplo, como parte de los acuerdos con la comunidad, logramos hasta que los camiones lecheros transiten por caminos alternativos, y así, cuando se seca, como el camino no se rompió, se tarda menos en ponerlo en condiciones para llegar a la escuela».
«Con los directores, —continúan las definiciones de la supervisora— comenzamos el año reuniendo a las familias, para que sepan cómo trabajar ante estas situaciones, para que los chicos no pierdan el ritmo de sus trayectorias de aprendizaje. Las actividades que les proponemos son siempre integrales, interdisciplinarias, como estímulo para no desconectarse de los estudios y como entretenimiento para los días sin escuela, que impliquen un trabajo autónomo, con herramientas accesibles. Una de primaria es la carpeta viajera, que se pasan entre familias para compartir relatos y producciones; hay problemas sencillos, de conteo, de ingenio, aplicación de cálculo, lecturas y propuestas de escritura, que no necesiten la presencia del docente. Internet y los celulares favorecen también los vínculos cuando docentes y estudiantes no se encuentran en las aulas. Si bien la tecnología ha facilitado mucho el contacto, no es masiva todavía en la ruralidad, y en la educación primaria, la presencialidad es muy importante para sostener los vínculos».
En la secundaria
Por su parte, la delegada regional Macía agrega : «En la secundaria ocurre algo diferente, porque los estudiantes ya son más grandes, saben estudiar con cierta autonomía, y se organizaron con los docentes para chatear por celular, o en tutorías, ya que los docentes ingresaban a la escuela, en vehículos especiales, una vez por semana (sobre la situación en General Obligado y Vera). No hay temporal que impida el acceso a la educación. Con una escuela en marcha, siempre hay manera de que los chicos aprendan».
Fuente – La Capital.com.ar