Compartimos una nota de opinión del Vecinalista y Presidente de la Federación de Vecinales, Laureano Pandolfi, que la denominó «La Reconquista que no Miramos».
El paraíso perdido
El vienes 15 de enero, como todos los eneros desde que soy vecinalista, me acerco a la subsecretaría (antes secretaría) de Deportes para llevar la planilla de los niños y niñas inscriptos para la colonia de vacaciones municipal, que dicho sea de paso por segundo año consecutivo la colonia de vacaciones no cuenta con presupuesto para el transporte.
Dicha subsecretaría se encuentra en el camping municipal, para los que no conocen o no son de la ciudad y leen estas líneas el camping municipal de Reconquista está emplazado a orillas de la margen Sur del arroyo del Rey y al Este de la RN 11, un espacio bendecido por la naturaleza.
Sin embargo, como cada vez que lo visito, me encuentro con la falta de mantenimiento de las mesas y bancos, y los parrilleros en ruinas.
Un espacio donde hay plantados postes que alguna vez fuera un quincho, y una edificación en ruinas tapadas por yuyos que en algún tiempo funcionara como cocina con parrillero, deposito y baños para ese quincho; hoy es precario albergue de personas en situación de calle.
Entre azaleas y morosos incobrables
Estas líneas, y estas imágenes que comparto, contrastan con:
Los argumentos, explicaciones y justificativos de un gasto de 700 mil pesos en azaleas por parte del ejecutivo municipal.
También contrastan con los pedidos de excepción de pago de la Tasa General de Inmueble (TGI) de la Sociedad Rural y la condonación de una deuda de varios años.
Y También contrastan con la falta de pago de 4 millones de pesos (en noviembre de 2019) en concepto de Renta Diferencial Urbana al permitírsele al grupo “Amarilla Construcciones” (Grupo Vicentín) la construcción de un edificio de 20 pisos.
Sin dudas los lectores de estas líneas, que sean vecinos de la ciudad, encontraran contrastes similares en cada uno de sus barrios.
En mi carácter de vecinalista, e integrante de la Federación de vecinales, encuentro estos contrastes de manera bastante seguida por toda la ciudad, por lo que me parece que claramente hay que nombrarlo como debe ser: Injusticias.
Intentando llenar el saco roto
Muchas veces elevé reclamos, hice sugerencias y aporté al conocimiento colectivo haciéndolo público, como ahora. Otras, pocas debo confesar, puse mi tiempo y esfuerzo para mejorar o revertir alguna situación. Todavía no me canso de hacerlo, y espero no cansarme, como no se cansan tantos otros y otras anónimos/as que siempre están al pie del cañón colaborando al bien colectivo y comunitario.
Pero es claro que cansa, cansa que a ciertos sectores que desbordan riquezas se los convide con miel; y a los niños, niñas que necesitan la colonia municipal y un transporte, ciudadanos/as de a pie que van a espacios públicos como el camping, y sectores vulnerables que necesitan se los escuche y se los asista, se los convide con hiel.
Laureano Pandolfi
Vecinalista, Pdte. Federación de Vecinales.