Hace 6 años, la marea feminista, con su grito de NI UNA MENOS que se escuchó en el mundo, vino a transformarlo todo.

Hoy, atravesando una pandemia mundial, frente al aumento de la violencia patriarcal y capitalista, venimos a insistir en que nos sostenemos en las feministas, internacionalistas y transfronterizas, afrofeministas y originarias, porque son nuestra fuerza, y desde ahí venimos a insistir que la deuda es con nosotras y nosotres. Una vez más este 3 J gritamos:

NI UN MENOS, VIVAS, LIBRES Y DESENDEUDADAS NOS QUEREMOS.

Basta de femicidios, travesticidios y transfemicidios

-Aparición con vida de Teheul, otre mas que nos falta, que salió de su casa con la promesa de un trabajo informal y todavía no vuelve.

-Emergencia nacional porque la pandemia no es un impedimento para que dejen de matarnos a las mujeres, trans, travestis, no binaries.

-Por infancias libres de violencia. Queremos infancias trans contenidas con amorosidad y derechos.

-Reclamamos políticas públicas de alcance territorial y presupuesto adecuado, planes de vivienda con perspectiva de género

-Insistimos en la implementación efectiva de la ESI, de la Ley de Interrupción Voluntaria del

Embarazo, Ley Micaela en todos los ámbitos públicos y privados

-Urgente reconocimiento del trabajo en los comedores comunitarios, al trabajo de promotores de género que no solo atienden cuestiones de violencia de género sino también a problemáticas de crisis sanitaria.

-Que nuestras voces estén en la discusión sobre la reforma judicial, porque la lejanía del poder judicial con la ciudadanía es evidente, lo vemos en los últimos fallos locales, exigimos que los jueces lean las leyes con perspectiva de género.

-La justicia feminista que pedimos es para prevenir los crímenes, que sabemos son todos evitables. Cuestionamos el carácter androcéntrico del derecho, hacemos un llamamiento no solo al poder judicial y a los jueces machistas que sentencian por nosotras sin tenernos en cuenta, sino también a las universidades que forman a estos profesionales.

-Pedimos la liberación de las patentes, vacunas para quienes sostienen los cuidados en los barrios populares.

-Denunciamos a los grupos económicos que aprovechan la situación de pandemia para incrementar los precios de los alimentos y de los alquileres.

-Reparación económica y pagos a tiempo para les trabajadores de la cultura, uno de los sectores más afectades por la pandemia.

-Necesitamos políticas que garanticen a las mujeres y disidencias con discapacidad, derechos a una vida autónoma y libre de violencia.

-Pedimos acceso a Internet para todxs, exigimos la plena democratización de la tecnología entendiendo que en esta era la conectividad digital es un derecho humano.

Decimos que los cuidados tienen que ser un EJERCICIO COLECTIVO, no se trata solo de políticas del cuidado para prevenir el virus, sino además a las personas, a los recursos materiales y naturales.

Decimos Ni Una Menos, vivas, libres y desendeudadas nos queremos y lo decimos juntas y juntes. Decimos, hoy más que nunca, que las redes feministas, el tejido que construimos, son nuestra fuerza.

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