El Coliseo de Roma, lugar que recuerda tanta sangre derramadas de seres humanos, dio lugar a un nuevo encuentro de las religiones universales. Estuvieron los principales líderes de cada una de ellas, incluyendo al Papa Francisco.
Además de los discursos, se dio a conocer esta reflexión firmada por los dirigentes:
Los líderes religiosos firmaron un documento por la paz en el que lamentaron que «se está rehabilitando el uso de la fuerza como instrumento de política internacional».
«Los pueblos sufren. Los refugiados sufren la guerra y la crisis ambiental, los descartados, los débiles, los indefensos. A menudo las mujeres se ven ofendidas y humilladas, los niños sin infancia, y los ancianos abandonados», añadieron.
Destacaron que «las religiones pueden encontrar la paz y educarla» y que nadie puede usar «el nombre de Dios para bendecir el terror y la violencia» y apostaron por acabar con el comercio de armas, porque «la proliferación de armas nucleares es una amenaza increíble».
«La paz también es respetar el planeta, la naturaleza y las criaturas. La destrucción del medio ambiente se debe a la arrogancia de un ser humano que se siente dueño. Un ‘yo maestro’ se convierte en un ‘yo depredador’, listo para la dominación y la guerra», argumentaron en el documento.