El 4 de mayo del 2013 el conjunto Rojo ascendió al Argentino B y se metió en la historia del fútbol norteño, ningún equipo de la Liga Reconquistense de Fútbol consiguió un titulo de esta magnitud. Fue un partido vibrante con un estadio lleno, con más de 300 personas que viajaron a Corrientes desde Reconquista a alentar a Atlético Adelante.
El equipo reconquistense logró el ansiado ascenso a otra categoría del fútbol nacional al empatar 2 a 2 en Corrientes con el Deportivo Curupay.
Fue en la tarde del sábado 4 de mayo del 2013 en el estadio «Pepe» Almirón del club Libertad.
El equipo Deportivo de Radio Amanecer siguió la campaña del Rojo.
Trasmitiendo desde Corrientes la consagración y el ascenso al Argentino B del CAAR.
El elenco conducido por Héctor «Tata» Mancuello empató el partido con los correntinos por 2 a 2, con ambos tantos de Carlos Nadalich, el gran goleador y capitán del «Rojo».
En Reconquista, ante una multitud, Adelante había ganado 1 a 0, con anotación de Cristian Pividori, quedando el global 3 a 2.
Cristian Pividori abrió el camino para el objetivo final, que se concretó en Corrientes.
Este ascenso fue un hecho histórico para la ciudad de Reconquista y para el fútbol local, que después de años de ansiar este ascenso y comenzar a recorrer el camino a las principales categorías de AFA, se dio.
Héctor «Tata» Mancuello quedó en la historia como el entrenador que logró el ascenso.
A los 4 minutos del segundo tiempo Carlos Nadalich puso la ventaja sobre Curupay, pero 10 minutos más tarde llegó el empate. El mismo Nadalich puso el segundo gol a los 29 minutos del complemento. El empate final llegó a los 46 minutos.
Se metió en el «Argentino B» haciendo historia, ya que jamás un equipo de la ciudad de Reconquista llegó a una instancia como esta en el fútbol nacional.
Una caravana de autos y motos acompañó a los jugadores desde el ingreso a la ciudad de Avellaneda hasta el Club Atlético Adelante. Hicieron una recorrida por las principales calles y avenidas de Avellaneda y luego pararon en el microcentro de la ciudad, donde se desató la locura, para luego terminar en la sede del club.
Fotos gentileza «Dos en el Área» y Carlos Cabrera.
