De acuerdo a la Federación Industrial de Santa Fe (FISFe), la cantidad de establecimientos que no están incluidos en las excepciones nuclean a 65 mil trabajadores.

La cuarentena para luchar contra el coronavirus afecta a 3.500 fábricas que ocupan a 65 mil trabajadores en la provincia, de acuerdo a los datos de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe). Se trata de los sectores que no están entre las excepciones dispuestas por el gobierno nacional.

El Instituto de Investigaciones Económicas de la central fabril dijo que la paralización de las actividades productivas de gran parte del entramado industrial santafesino a partir de la segunda quincena de marzo, «permite pronosticar una singular caída de la producción».

Hasta febrero, la producción de la industria manufacturera presentó un descenso de 0,5% interanual. Se extendió así a veintidós meses la actual fase de contracción del nivel de actividad fabril, siendo moderada en los últimos meses en parte por el relativo bajo punto de referencia.

Igual, se trata de una foto vieja, ya que estos resultados muestran la coyuntura industrial con anterioridad al impacto de la pandemia.

Según estimaciones de FISFe, en Santa Fe el impacto de la emergencia sanitaria afecta a más de 3.500 empresas industriales y 65.000 trabajadores no exceptuados (industrias de alimentación, su cadena productiva e insumos; higiene personal y limpieza; equipamiento médico, medicamentos, vacunas y otros insumos sanitarios; refinación de petróleo, industrias con procesos continuos; biocombustibles; curtiembres, aserraderos y productos de madera; colchones y maquinaria vial y agrícola), cifras que representan aproximadamente el 60 por ciento del total.

Algo más del 60% de las ramas industriales con desarrollo en Santa Fe registró en febrero de 2020 menor nivel de actividad en relación a igual mes del año anterior.

Entre las ramas de actividad de mayor contribución al producto industrial santafesino, se hallaron los siguientes resultados interanuales: muebles y colchones (-21,1 por ciento),otra maquinaria de uso especial (-20,6 por ciento), productos metálicos para uso estructural (-16,7 por ciento), industria siderúrgica(-13,9 por ciento),productos de metal y servicios de trabajo (-12,8 por ciento), fiambres y embutidos (-10,5 por ciento), autopartes (-9,7 por ciento), prendas de vestir(-9 por ciento), manufacturas de plástico (-7,1 por ciento), edición e impresión (-4,6 por ciento), productos lácteos (0,1 por ciento), papel y productos de papel (1,1 por ciento), carne vacuna (1,3 por ciento), carrocerías y remolques (5,1 por ciento), molienda de cereales (6,4 por ciento),maquinaria de uso general (6,7 por ciento), molienda de oleaginosas (21,5 por ciento), y maquinaria agrícola (39 por ciento).

En Santa Fe, el total de asalariados registrados en el sector privado presentó en enero un nuevo retroceso de 2,4 por ciento interanual, equivalente a una pérdida de 12.200 trabajadores asalariados.

En enero de 2020, el total de asalariados en la industria manufacturera cayó 3,9% interanual, representando una disminución de 44.200 empleos. La pérdida de empleo industrial se acentuó durante la primera mitad de 2019 (-5,3 por ciento).

En tanto, economistas de distintas tendencias analizaron las implicancias de la extensión de la cuarentena en la economía local y las consecuencias de la crisis generada por la pandemia de coronavirus a nivel mundial.

«La receta argentina es una receta que están aplicando la mayoría de los países del mundo. Las premisas ortodoxas clásicas volaron por los aires y en la mayoría de los países se están aplicando muy fuertes paquetes de tipo fiscal y monetario financiero», dijo el director de Centro de Economía Política Argentina (Cepa), Hernán Letcher.

En diálogo radial, señaló que «esto es una crisis igual o peor que la de 1929» y destacó que «hay pocas voces que pueden decir que el Estado no tiene que controlar precios» cuando esto, «hace unos meses, era impensado».

 

Fuente – La Capital.com.ar

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