La Cabo Principal Gabriela Ríos es oriunda de San Javier. En el día del Furriel, su historia dentro de la Armada Argentina representa los valores de la especialidad naval.

Puerto Belgrano – Sobre la planicie aluvial del río Paraná se encuentra la ciudad de San Javier de donde es oriunda la Cabo Principal furriel Gabriela Ríos. Integra las filas de la Armada Argentina desde el 2008, momento en que –según su propio relato– comenzó la construcción de su vocación de servicio.

Hija de Beatriz e Isaías Ríos, Gabriela es la hermana “del medio” lo cual no fue ningún impedimento para construir un vínculo fraternal con “el más grande y la más chica” de sus hermanos. Sus recuerdos de pequeña remiten a la añoranza de una vida en contacto con la naturaleza.

“Tuve una infancia feliz. Iba caminando o en bici a una escuela rural cercana a mi casa. Jugaba con los vecinos en la calle, me trepaba a los árboles, también me caía. Mi infancia transcurría en el barrio, los amigos, los vecinos”, detalla la Cabo Principal.

Gabriela Ríos define a su escuela primaria Nº 433 “Domingo Faustino Sarmiento” como su “segundo hogar”. Dice tener allí muchos recuerdos y es el día de hoy que mantiene vínculos con quienes fueron sus maestras. Su formación escolar continuó en la Escuela Técnica Nº 284, donde egresó en el 2005 con la orientación en comunicación, arte y diseño.

“En mi ciudad no había tantas opciones de carreras al final el secundario o bien, no estaban las que yo quería. Entonces me fui a 100 kilómetros de San Javier, para estudiar profesorado en Biología. Sólo cursé un año: la biología me parecía genial, pero la pedagogía, terrible. Si bien el estudio me gustaba, no me veía en un aula como docente”, cuenta la furriel santafecina.

De San Javier al mar

Gabriela relata que le hubiese gustado estudiar inglés, pero por diferentes circunstancias no abordó esa empresa. Fue así como desembarcó en la ciudad de Punta Alta –ciudad al sur de la provincia de Buenos Aires y cercana a la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB)– para vivir durante un tiempo junto a su hermano.

“Gabriel ya era militar, y él siempre fue mi ejemplo a seguir. Me vine acá y mientras cuidaba a mis sobrinos tanto mi hermano como mi cuñada, me decían de intentar ingresar a la Armada; hasta que un día me trajeron los formularios para que los llenara”, contó.

Primero fue lo académico, después los exámenes de salud y las pruebas físicas; hasta que finalmente, en febrero del 2008, ingresó a la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA).

“El Período Selectivo Preliminar me dio las herramientas para egresar, pero lo más importante que me dio, fue la posibilidad de ser familia, en ese entonces, de perfectos desconocidos. Cuando entré no conocía a nadie y esos ‘nadies’ hoy son mi fuente de consulta, mis amigos, mi familia”, explicó emocionada Gabriela.

“Quiero ser furriel” fue la respuesta ante la pregunta por la especialidad a elegir en la ESSA. Gabriela admite que luego de estudiar todas las posibilidades, sólo se sentía preparada para la carrera más ‘administrativa’ que ofrecía la escuela.

Y agregó que ser organizada y metódica, gozar de buena memoria; son cualidades que la ayudaron a enfrentar los desafíos de la especialidad.

Su primer destino fue la Dirección de Relaciones Institucionales, en el Departamento Propiedades Fiscales. Allí permaneció 4 años, durante los cuales no sólo desarrolló sus primeros conocimientos en lo administrativo naval en un Detall, sino también pudo participar en cenas de camaradería y ceremonias protocolares.

Luego pasó a desempeñarse en el Estado Mayor Conjunto, una experiencia que ella misma califica como “maravillosa”. La relación con personal de otras Fuerzas en este destino, le permitió aprender formas diferentes de trabajo pero principalmente destacó la camaradería.

“Creo que, si uno se lo propone, crece laboralmente esté donde esté. Soy una apasionada de mi especialidad, y todos los destinos que me han tocado los tomo con la misma responsabilidad”, explica. Luego regresaría a Puerto Belgrano en el 2018.

“Estuve dos años en la corbeta ARA ‘Parker’ y como Cabo Primero estuve encargada del Detall; y al año siguiente, luego de ascender, fui maestra de víveres en el buque de la Flota de Mar. Me gustó estar embarcada por el compañerismo y los aprendizajes nuevos que trae la experiencia. En ese entonces tenía 80 personas que dependían de mí en temas relacionados al reglamento y lo administrativo”, detalló.

En el 2020, inició con el contexto de pandemia por el virus Covid-19, su trabajo en un nuevo destino: la Secretaría General de la BNPB. Sin embargo, durante ese año prestó servicio en el Cuartel Base que funcionó como Centro de Aislamiento. Admite que esta fue una experiencia distinta que le dejó mucho aprendizaje en cuanto al trabajo coordinado en equipos.

“Ahora estoy como auxiliar del Detall de la Secretaria General de Base y me encanta. Tengo un equipo de trabajo increíble, con el cual nos ocupamos de asistir administrativamente al personal militar que se desempeña en nuestra sede y predios anexos”, habló de su actual tarea.

Con respecto a su proyección hacia futuro, Gabriela admite que le gustaría quedarse en la zona durante varios años, ya que logró la tranquilidad en el estilo de vida que tanto anhelaba.

“A mí dame un Detall, que flote, que vuele o que esté en tierra: yo estoy feliz. Me gusta estar en contacto con las personas y me gusta ayudarlos; leo mucho para poder ser su fuente de consulta”, concluyó.

El furriel en la Armada Argentina

El furriel es el administrativo naval dentro de la Fuerza, y una de las 15 especialidades de formación en la Escuela de Suboficiales de la Armada.

Se instituyó como el Día del furriel un 20 de octubre por la creación en 1926 de la Escuela de Furrieles, según la O.G. N° 149/1926.

Los furrieles realizan, entre otras, tareas administrativas relativas al personal, a las finanzas y a la adquisición y control de los repuestos y suministros necesarios en los diferentes destinos de la Armada; asesoran también en cuestiones relacionadas con la reglamentación y documentos vigentes y trámites internos de la Institución.

Otras historias sobre la especialidad

“El escalafón Furriel me apasiona de verdad”

“La Armada me ha hecho crecer en innumerables aspectos de mi vida”

“Estoy muy orgullosa de pertenecer a la Armada Argentina”

“La Armada ha sido mi vida”

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