Es el tumor con mayor prevalencia en el país y su incidencia crece en mujeres jóvenes. Los riesgos se pueden reducir con hábitos saludables. Cuáles son los métodos de diagnóstico
Diariamente, en Argentina se detectan 60 nuevos casos de cáncer de mama, de acuerdo a las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Salud nacional. Esto quiere decir que hay más de 22 mil casos por año, posicionándolo como el tumor con mayor prevalencia en el país. Además, esta problemática provoca casi 6 mil muertes. Detrás de estas cifras, existe una tendencia contrapuesta: mientras la mortalidad disminuye tras un diagnóstico precoz, la incidencia crece, en especial en mujeres jóvenes.
El objetivo del sector de la salud en el 2022 es poner a esta patología oncológica en el centro de la agenda y promover las dos principales herramientas para hacerle frente: prevención y detección temprana. Los expertos coinciden en que esta fórmula es la llave para detener la tendencia ascendente de casos -el paso previo a que la curva empiece a bajar- y para aplicar los tratamientos en las etapas iniciales de los tumores, que es cuando presenta una alta probabilidad de cura.
“A lo largo del período 2002–2019 la mortalidad por cáncer de mama registró un descenso sostenido y significativo a un ritmo de 1,03% anual”, informó el ginecólogo Rodolfo Righetti (MN 66415), coordinador del área de Ginecología de Swiss Medical. En segundo término, el profesional precisó que la última tasa registrada fue de 16,93 defunciones por cada 100.000 habitantes dentro de la población femenina. De este modo, este tumor es el tercero con más fallecimientos en el país y el primero entre las mujeres.
Respecto de la incidencia creciente, el doctor Juan Pablo Anchézar (MN 82474), ginecólogo y mastólogo miembro de la Sociedad Argentina de Mastología, afirmó que la tendencia que se ve en la Argentina es global y que se evidencia también en otros tipos de enfermedades oncológicas. “¿Cuáles son las causas de este aumento? No lo sabemos con certeza, pero creemos que tiene que ver con la exposición a los factores externos, la alimentación, el sobrepeso y los malos hábitos”, enumeró.
La importancia de la mamografía
“La detección precoz se hace fundamentalmente a través de los estudios de imágenes. La mamografía es la mejor herramienta y ayuda a encontrar tumores más chicos. Esto es fundamental porque cuanto más chicos son los tumores que detectamos, más chances hay de que nuestras pacientes se curen definitivamente de la enfermedad”, explicó Anchézar.
Además de los estudios por imágenes, el cáncer de mama puede detectarse en forma temprana a través del autoexamen mamario, que consiste en una palpación realizada por la propia paciente; y del examen clínico, que lleva a cabo el médico a través de una evaluación visual y de una palpación de las mamas. En este sentido, Righetti detalló que la situación ideal sería “encontrar el tumor en la etapa preclínica, o sea, antes de que resulte palpable. De ahí el valor de la mamografía”.
En cuanto a la frecuencia de las mamografías, los especialistas recomiendan hacer consultas ginecológicas anuales a partir de los 18 años de edad. Desde los 40 años en adelante es posible que se indique una mamografía por año o a lo sumo cada dos. Asimismo, si hay antecedentes familiares se sugiere iniciar el control 10 años antes de la edad en la cual el familiar desarrolló la enfermedad. Después de los 70, se tiende a espaciar los controles. Estas indicaciones, de todas formas, pueden variar en función de las particularidades de cada paciente.
Cuáles son los factores de riesgo
Casi todas las mujeres tienen uno o varios factores de riesgo y no por ello contraerán cáncer de mama. Se pronostica que una de cada ocho lo hará a lo largo de su vida. De todas formas, no hay que relajarse ni pasar por alto las señales de alerta.
En ese marco, las características que elevan las probabilidades de desarrollar el tumor pueden ser las siguientes: la edad, especialmente luego de los 50 años; si se tuvo la primera menstruación antes de los 12 años y menopausia luego de los 55; antecedentes familiares de cáncer de mama (madre, hermana e hija); haber tenido cáncer de mama previamente u otras enfermedades mamarias de alto riesgo; si no se ha practicado la lactancia materna; haber recibido algún tipo de radioterapia en el pecho o la mama; uso prolongado de la terapia de reemplazo hormonal; sobrepeso y no hacer ejercicio regularmente.
Al analizar la anterior lista de factores de riesgo, queda en evidencia que algunos no se pueden modificar. Sin embargo, hay muchos otros que es posible prevenir simplemente adoptando una serie de hábitos saludables. “Como pautas de prevención podemos mencionar el no consumir alcohol y tabaco, la mantención de un peso corporal adecuado, la realización de ejercicio en forma regular y el bajo consumo de alimentos altamente procesados, particularmente azúcares refinados”, detalló el doctor Righetti.
El peso es un punto clave y no sólo para el cáncer de mama: se estima que la obesidad está asociada a, al menos, 15 tipos de tumores. Para contrarrestar este factor, las conductas indicadas son la dieta equilibrada y la actividad física. “Hacer ejercicio regularmente disminuye la incidencia del cáncer de mama, incluso en pacientes que ya han tenido, ya que hay estudios que demuestran que la actividad física reduce la recurrencia de la enfermedad”, concluyó Anchézar.
La campaña Octubre Rosa
“Desde hace varios años estamos comprometidos con la campaña Octubre Rosa, para la prevención y detección precoz del cáncer de mama. Nuestro objetivo es crear conciencia y promover que cada vez más mujeres y hombres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos”, explicó Ana Solari, Gerenta Corporativa de Imagen y Calidad de Swiss Medical.
Junto a la marca Issue, este 2022 se desarrollará una nueva campaña para visibilizar el mes de sensibilización sobre la enfermedad, proponiendo que miles de mujeres se sumen a teñirse de rosa un mechón de pelo, usando así el color que es referencia de la lucha mundial contra este tipo de tumores.
El lema será el compromiso para combatirla desde distintos ámbitos: el personal, a través de los cuidados y cumpliendo los chequeos; con quienes nos rodean, hablando del tema y generando conciencia; y el social, por medio de la unión bajo una causa común. Este año se difundirá en redes sociales el hashtag #compromisorosa con el apoyo de distintas personalidades.
En simultáneo, saldrán a la venta remeras con diseños que fomentan el autoexamen y los fondos recaudados se destinarán a la Fundación Aciapo (Atención Comunitaria Integral al Paciente Oncológico) con el objetivo de contribuir a la investigación sobre curas para distintos tipos de cáncer, tratamientos y prevención. Las mismas se podrán adquirir en la plataforma Farma Online (www.farmaonline.com), con la compra del producto Crazy Colors Rosa de Issue.
“El autoexamen es recomendado para los intervalos entre consultas médicas y apunta al autoconocimiento de las mamas y así ante cualquier cambio, visual o palpatorio, la indicación es concurrir a la consulta”, afirmó el doctor Righetti. La técnica consiste en, primero, levantar ambos brazos por encima de la cabeza para observar las mamas en busca de cualquier anormalidad (como pliegues, hoyuelos o piel escamosa). Luego se palpa cada pecho y el centro de las axilas usando la yema de los dedos de la mano contraria en busca de bultos o zonas dolorosas. Es importante prestar atención ante cualquier secreción o sangrado del pezón.
“Es una herramienta útil, sobre todo para la toma de conciencia de las pacientes. Debe hacerse pos menstrual, es decir cuando pasó el período, que es el mejor momento porque las mamas están menos tensas. Pero lo más importante es ir a la consulta, con su mastólogo o con su ginecólogo, para evaluar el riesgo personalizado de cada paciente”, concluyó el doctor Anchézar.