Desde el Directorio de Vicentin, el señor Estanislao Bougain, quien participó de manera online en representación de la empresa, brindó detalles sobre la compleja situación que enfrenta la firma y las posibles alternativas que se barajan para su futuro inmediato.

Bougain afirmó que «en el corto plazo no se ven posibilidades de soluciones, es compleja la situación, es dura, pero es la verdad real». Asimismo, explicó que la compañía ha explorado todas las alternativas posibles y mantiene conversaciones con potenciales clientes en busca de una salida viable.

Uno de los puntos clave será la definición que adopte la Corte provincial. Si el tribunal falla a favor del recurso extraordinario presentado por la empresa, se suspendería el proceso de cramdown, lo que permitiría a Vicentin negociar fasones y reactivar la planta en el corto plazo, luego de un mantenimiento necesario. Esta opción garantizaría la generación de ingresos para cubrir los salarios de los trabajadores.

Por otro lado, si la Corte provincial rechaza el recurso, la compañía podría acudir a la Corte Suprema de la Nación y solicitar la homologación de su propuesta. Sin embargo, este proceso podría extenderse por un tiempo indeterminado, lo que llevaría a la paralización total de las plantas hasta que se resuelva la queja presentada.

En caso de desistir de la queja, Vicentin se vería obligada a acelerar el cramdown, un escenario que podría conducir al cierre de la producción, la reducción del personal y despidos. «La firma de commodities puede satisfacer a los acreedores, pero no a los trabajadores. Queremos saber si es la mejor opción para todos, pero hasta el momento no encontramos respuestas claras», manifestó Bougain.

Desde la empresa insisten en que la única solución con garantías está en la homologación de su propuesta. «Todas las respuestas están en la homologación que nosotros ofrecemos, en la que sí están las garantías», concluyó el directivo.