El Obispo de la Diócesis de Reconquista, Mons. Ángel J. Macín, celebró la Misa del Jueves Santo en la Iglesia Catedral.

El lavado es una signo de atencion para quienes visitaban una casa en los tiempos de Jesús, lo realizaban los esclavos y las mujeres. Cristo, con esa acción, invita a repetir este acto para el servicio de los demas.

Al finalizar la celebración el templo quedó en penumbras para adorar al Santísimo hasta la medianoche.

Hoy a las 18 se realiza la Celebración de «La Pasión» y a las 20 Vía Crucis representado y animado por los jóvenes desde el atrio de la Catedral.

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