Por la indiferencia y la negligencia de los funcionarios nacionales, CORENOSA propone a sus instituciones asociadas adoptar la postura de NO INVITAR, NO RECIBIR y NO PARTICIPAR de actividades con AUTORIDADES NACIONALES que LLEGUEN A NUESTRAS LOCALIDADES SIN TRANSITAR LA RUTA NACIONAL N° 11, en jurisdicción de la provincia de Santa Fe hasta Resistencia (Chaco). Solo participaremos si asumen EL COMPROMISO DE TRANSITAR LA RUTA DE LA INCOMUNICACIÓN Y LA MUERTE como lo hacemos miles de ciudadanos diariamente.
Desde la década de los 90 todos los gobiernos que se sucedieron discutieron y prometieron la reparación y mantenimiento de la Ruta 11. Es más, analizaron seriamente una autovía apoyados en la importancia de esta ruta internacional. Pero, al final, no la hicieron. En 2016 el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, anunciaba la licitación de las obras para esta ruta. En principio la transformación en autovía desde Santa Fe hasta San Justo y, posteriormente, la confección de una ruta segura desde San Justo hasta Resistencia (Chaco). Sin embargo, en 2018 dio marcha atrás y anunció que la Nación solo iba a ejecutar trabajos de mantenimiento sobre la ruta.
Es decir que desde fines del siglo pasado una de las rutas más importantes del país es el camino que conduce a la INCOMUNICACIÓN y la MUERTE:
-la MUERTE de personas que la transitan para ir a sus lugares de trabajo, para estudiar, para una asistencia médica. En 2023, en el tramo San Justo – Florencia, murieron 38 personas en accidentes de tránsito: 19 automovilistas, 14 motociclistas y 5 peatones. Hay que sumarle los heridos de distinta gravedad. Y en 2024 las muertes evitables continúan en la Ruta 11.
-la INCOMUNICACIÓN de la conectividad con Chaco y Formosa, e internacional con Paraguay. 616 kilómetros de un total de 980 atraviesan la provincia de Santa Fe.
-la MUERTE de las economías regionales, dado que el mal estado de la ruta dificulta el tránsito de los más de 35.000 camiones que transportan la producción agropecuaria e industrial del norte santafesino hacia los puertos de exportación y centros de consumo. Por lo tanto, el comercio exterior, las actividades
comerciales internas y turísticas de la zona que dependen de esta ruta pierden competitividad.
Los santafesinos estamos dispuestos a pagar peaje, pero exigimos una solución. Porque el costo de las pérdidas mencionadas y los daños materiales en vehículos particulares aumentan. La magnitud y el porte del tránsito aumentan. La cantidad de obras que prometen y no cumplen, aumenta. EL DESCONTENTO SOCIAL AUMENTA