Se trata de la operación «Ciudades Hermanas» que desbarató en 2016 a una organización que traficaba semanalmente 200 kilos de marihuana por el río Paraná. Por el caso ya fueron condenadas otros ochos personas. El caso es recordado por la aparición en uno de los allanamientos del entonces gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, quien obstruyó la labor policial y judicial.

El Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó este jueves al último imputado que tuvo la causa que investigó el tráfico fluvial de cargamentos de marihuana que semanalmente partían desde Goya (Corrientes) y tenían como destino el puerto de la ciudad de Reconquista, en el norte provincial. Se trata de Federico Catay, alias “Fede” o “Gringo”, quien supo estar prófugo de la Justicia durante cuatro años hasta que terminó siendo detenido el 10 de septiembre de 2020 en un control de calle efectuado en la localidad correntina.

La sentencia fue dictada por el juez penal José María Escobar Cello, que tras homologar un acuerdo cerrado entre la Fiscalía General y el defensor oficial, Fernando Sánchez, declaró a Catay autor penalmente responsable del delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” y le impuso una pena de cuatro años de prisión efectiva.

Por el caso, ya fueron condenados en 2019 un total de ocho personas que estuvieron incorporadas a la causa que supo instruirse en el Juzgado Federal de Reconquista, a cargo de Aldo Alurralde, y que encabezó el fiscal federal de esa jurisdicción, Roberto Salúm.

De esas ocho personas condenadas, el nombre que mayormente resaltó la investigación fue el de Javier “Cabeza” López, el cual era el líder de la organización narco que traficaba por el río Paraná cargamentos de marihuana cuyo destino era el puerto de Reconquista en donde se encontraban los otros involucrados en el engranaje criminal.

Por ese contrabando de estupefacientes fueron condenados, además, Carlos «Gordo» Ramírez, sindicado como la mano derecha de López; Valeria Rolón, pareja de López; Fabián Antonio «Cotorra» Quiróz; Cristian «Colo» Thompson; Elvio Ramón Silva; el transportista de la banda, Denis Damián «El rosarino» Gómez y Yoel Altamirano.

El desbarate de la organización se dio el 21 de diciembre del 2016 tras una multiplicidad de allanamientos que fueron dispuestos por Alurralde, de los cuales uno, el que tuvo lugar en el domicilio de “Cabeza” López, fue el que se llevó el mayor protagonismo.

Es que a ese domicilio de la ciudad de Goya -el cual estaba por un grupo de asalto e investigadores santafesinos- arribó el entonces gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi. Aquella presencia entorpeció el procedimiento policial y generó un cortocircuito interprovincial ya que el propio Colombi ordenó el traslado a un calabozo del exjefe de drogas de Santa Fe, José Moyano, quien permaneció detenido por unas horas y luego fue liberado.

Fuente – Aire de Santa Fe

 

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