“NO ES POSIBLE MORIRSE DE HAMBRE,
EN LA PATRIA BENDITA DEL PAN”
Convocatoria a Jornada de Oración, Reflexión y Solidaridad
Con ocasión de la festividad de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, a celebrarse el próximo 07 de agosto de 2024, y bajo el lema “No es posible morirse de hambre, en la Patria bendita del pan” (Himno Congreso Eucarístico – Corrientes 2004), CONVOCO a todos los fieles de nuestra Iglesia Particular de Reconquista a una Jornada de Oración, Reflexión y Solidaridad.
Sabemos que la figura de San Cayetano es muy significativa en nuestro país y también aquí, en el norte de nuestra provincia. El sintetiza, en su testimonio de vida, aspectos fundamentales de la vida humana: el pan y el trabajo, don y esfuerzo humano que se conjugan e integran en el caminar de las personas y los pueblos.
No son fáciles los tiempos que nos tocan atravesar como pueblo argentino. Hay familias ya vienen arrastrando carencias desde hace años. Otras, en estos últimos meses ven diluirse sus ahorros y no llegan a fin de mes para mantener una vida digna. No podemos resignarnos. No puede flaquear nuestra esperanza y compromiso. Tampoco podemos quedarnos indiferentes y mirar para otro lado, si estamos un poco mejor o esta realidad no nos afecta.
Por eso los invito a dedicar, el próximo 7 de agosto, a ORAR por el Pueblo Argentino, por sus familias, por los más pobres, por los que no tienen trabajo o lo han perdido recientemente o viven en una situación de trabajo informal permanente. Por los que tienen que gastar sus ahorros o han visto esfumarse su pequeña empresa, construida con el esfuerzo de años. En segundo lugar, REFLEXIONAR, personalmente y como comunidad, sobre las causas que generan esta situación cada vez más alarmante por la recesión, el estancamiento de la economía, el aumento exponencial de medicamentos y otros elementos de primera necesidad. Para sostener una democracia sólida, no alcanza con ir a votar. Hay que comprometerse desde una participación permanente. Finalmente, VIVIR LA SOLIDARIDAD, ayudando a quienes necesitan más que nosotros.
Para vivir con unción y profundidad esta jornada, la propuesta es sencilla. Cada uno puede hacerlo de acuerdo a su sentir y a su costumbre, peregrinando a un santuario del santo, participando de la Eucaristía, rezando en familia.
En los lugares de culto donde se venera a San Cayetano se celebrará la misa, de acuerdo a los horarios convenientes. En torno a la Eucaristía, vamos a compartir como estamos viviendo este tiempo y que le queremos pedir a San Cayetano. Los que estén en condiciones de hacerlo, pueden llevar un alimento no perecedero para reforzar los comedores comunitarios de toda nuestra diócesis o asistir a familias en situación de carencia extrema.
“No es posible morirse de hambre en la tierra bendita del pan”. Esta expresión lo dice todo. Argentina es un país bendecido. Por eso constituye una grave ofensa al creador que haya personas que no puedan tener lo básico para vivir con dignidad, en una tierra que produce alimentos en abundancia para todos.
¡Qué San Cayetano interceda por nosotros y nos oriente con su testimonio en este tiempo difícil que nos toca transitar!
Sede Episcopal de Reconquista, 31 de julio de 2024.
+ Mons. Ángel José Macín
Obispo de Reconquista
ORACIÓN A SAN CAYETANO
Oh glorioso San Cayetano, patrono del trabajo y la providencia, Tú que siempre cuidas de aquellos que confían en la Divina Providencia, Te pido humildemente que intercedas por mí ante el trono de Dios, Y que guíes mis pasos en el camino de la virtud y la prosperidad.
Tú, que experimentaste la necesidad y la dificultad en tu propia vida, Comprendes las preocupaciones y las cargas que llevo en mi corazón, Te ruego que me bendigas con tu gracia y favor, Para que pueda superar cualquier obstáculo y alcanzar la estabilidad que anhelo.
Oh San Cayetano, amigo de los necesitados y consuelo de los afligidos, Te encomiendo mis deseos y necesidades en esta oración sincera, Confío en que escucharás mis peticiones y me guiarás con tu luz, Para que pueda vivir en abundancia y honrar a Dios en todas mis acciones.
Te ruego, bendito San Cayetano, que mi fe y esperanza nunca flaqueen, Que en momentos de dificultad encuentre en ti consuelo y aliento, Intercede por mí ante el Todopoderoso, para que mis súplicas sean escuchadas, Y que en su infinita misericordia, Dios conceda lo que con fe te pido.
Amén.