Ante los recientes anuncios que diera a conocer el Ministerio de Economía de la Nación con relación al pago de una suma fija para empleados, desde el Centro Industrial y Comercial de Avellaneda consideramos que la medida es totalmente perjudicial y maliciosa para el sector empresarial en un contexto nacional de desequilibrio
económico.
En primer lugar, porque en el ámbito de las negociaciones paritarias es donde deben determinarse las remuneraciones, conciliando las legítimas pretensiones de los trabajadores con las reales posibilidades de las empresas de cada sector.
En segundo lugar, todos los aportes o sumas no remunerativas realizadas en los últimos años se hicieron sólo con el esfuerzo de los empleadores, sin ningún tipo de aporte por parte del Estado, como se había anunciado en un principio para la devolución de dichos
bonos. Y ahora los anuncios hacen referencia a la «intención» de retribuir sólo a micro y pequeñas empresas, quedando el resto excluidas, y con la desconfianza latente por las experiencias anteriores.
En tercer lugar, porque la difícil situación que cada sector de la economía y cada empresa en particular vienen atravesando, la elevada inflación y la consecuente caída de las ventas, hacen insostenible el pago a término de las contribuciones patronales por
cada empleado. Por lo tanto, sumarle el otorgamiento de una suma fija a trabajadores del sector privado es inaudito.
Por último, cabe aclarar que somos conscientes del deterioro del poder adquisitivo de los salarios de los empleados, y que la suma pretendida es insignificante por la devaluación del peso y la creciente inflación, pero para el empleador es significante, difícil e imposible afrontar ese costo. Entonces, si el Estado pretende que los empleados cobren más, sugerimos que les reduzca o elimine los aportes que se les descuenta todos los meses, o que les pague y reduzca el impuesto a las ganancias.

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